Jhon Eduis Viáfara Mina no aguantó más. Sus días en una celda de 3x4 metros en el pabellón 12 del Complejo Carcelario y Penitenciario de Bogotá, La Picota, en donde está recluido desde el pasado 3 de abril, lo llevaron a tomar una decisión que da un giro en el proceso penal que afronta ante la justicia de Estados Unidos y que mediante oficio 1617 lo solicitó en extradición. El exfutbolista acaba de pedir a la Corte Suprema que sea enviado a la mayor brevedad al país norteamericano que lo señala de narcotráfico.
Aunque sus padres, han insistido en la inocencia de su hijo, e incluso desde el mismo momento de su captura, Élier Viafara, su progenitor, hizo pública su postura ante la situación mediante una declaración en su vivienda en el municipio de Jamundí, departamento del Valle. “Estamos totalmente consternados, destrozados. Puedo decir, sin lugar a equivocarme, que somos una familia totalmente estigmatizada”, aseguró. Pero las cosas empezaron a cambiar en las últimas dos semanas.
El padre de Viáfara consternado, detalló sus necesidades económicas y su modo de vida en un intento por demostrar la inocencia de su hijo, contó que el exfutbolista se separó de su esposa y decidió dejarle a ella las utilidades económicas de su época dorada en el balompié para que las administrara y así garantizar el estudio y manutención de sus hijos, por eso desde hace años vivía en una casa en Robles de propiedad de su progenitor.
A pesar de la batalla de su familia por demostrar su inocencia y la insistencia de que todo se trataba de una equivocación, Jhon Viáfara renunció a continuar sus días en La Picota y el pasado 21 de julio le solicitó al magistrado que lleva su caso en la Corte Suprema de Justicia, Luis Antonio Hernández que adelantará un proceso de extradición simplificada.
Esta figura se incorporó en la normatividad colombiana a través de la ley 1453 de 2011 conocida como de Seguridad Ciudadana. En su artículo 70 modificó dos artículos del sistema penal acusatorio y del anterior sistema procesal o ley 600, e incluyó un inciso más que señala que “la persona requerida en extradición con la coadyuvancia de su defensor y del Ministerio Público podrá renunciar al procedimiento previsto en este artículo y solicitar a la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia de plano el correspondiente concepto, a lo cual procederá dentro de los 20 días siguientes...”.
En otras palabras, Viáfara renuncia a aportar pruebas en el alto tribunal y en consecuencia se profiere concepto favorable pues no se surte ninguna clase de análisis. Si bien la figura de la extradición es un mecanismo de colaboración entre los estados para combatir el crimen y evitar la impunidad y por lo tanto no se realiza ningún debate probatorio, generalmente quien solicita la extradición simplificada es porque ha llegado un acuerdo de colaboración con el estado requiriente o contempla aceptar cargos.
La experiencia más reciente de extradición simplificada se surtió con el exjefe de la Unidad Anticorrupción de la Fiscalía, Luis Gustavo Moreno, quien se acogió a esta herramienta judicial para acelerar su comparecencia ante la justicia americana y materializar el acuerdo de colaboración por los delitos de conspiración para lavar dinero, conspiración para cometer fraude en giros bancarios y fraude bancario. Meses después de su extradición fue condenado a 48 meses de prisión.
Según el indicment, acusación de la justicia de Estados Unidos, Viáfara era miembro activo de un grupo dedicado al tráfico de narcóticos que utilizaba el mar como su principal medio de transporte. A través de sumergibles y lanchas rápidas entre otras embarcaciones envió droga hacia Centro y Norteamérica utilizando el nombre de la banda criminal el Clan del Golfo.
La Corte del Distrito Este de Texas cuenta con interceptaciones telefónicas, fotografías, seguimientos, declaraciones y el testimonio de agentes encubiertos que venían siguiéndole la pista a esta organización que desde hace más de una década enviaba droga a los Estados Unidos, liderada por Luis Fernando Toro Londoño alias ‘La Vaca’ señalado por las autoridades de ser la persona que metió en el mundo de la delincuencia al exfutbolista del Once Caldas.
Además del exfutbolista, en marzo de este año fueron capturados en Medellín otros cuatro integrantes señalados de ser sus socios; Pablo Hernando de San Nicolás Medina alias Don José o Enano, Primitivo Oliveros alias Tony, Iván Darío de los Ríos alias ‘Pelusa’ y su líder Luis Fernando Toro Londoño.
Frente al caso de Toro Londoño, el pasado 13 de junio, la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá ofició a la Corte Suprema de Justicia, informándole de la existencia de Maryuly Andrea Osorio Torres quien tiene la calidad de víctima en dicho proceso, sin embargo no ha solicitado extradición simplificada al igual que Pablo Hernando de San Nicolás Medina a quien el 31 de julio el despacho del magistrado Eyder Patiño se pronunció respecto a las pruebas.
Con respecto al caso de Viáfara, el magistrado Hernández Barbosa recibió el pasado primero de agosto el oficio de la Procuraduría y de la defensa del exfutbolista coadyuvando la solicitud del trámite de extradición simplificada. “Una vez cumplido lo ordenado en auto del 25 de junio de 2019. informó que a folios 26-32 obra memorial del Ministerio Público a través del cual coadyuvó la solicitud de extradición simplificada elevada por el requerido y su apoderado”.
En los próximos días del despacho del Magistrado Hernández saldrá el concepto favorable y de inmediato pasará a la firma del presidente de la República, un hecho que dejará al exfutbolista a un paso de comparecer ante una Corte de Texas.
Se empieza a desenredar la suerte del exfutbolista Viáfara, campeón de la Copa Libertadores de América con el Once Caldas en 2004 y quien tuvo una destacada trayectoria en otros clubes de Colombia y el exterior, pero que sucumbió ante las jugadas de la mafia.