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El megacontratista Euclides Torres y sus jugadas para pasar de rico a pobre

Sus empresas tienen multimillonarios contratos con el Estado, financió la campaña de Gustavo Petro, prestó cuantiosa suma a Armando Benedetti y ahora funge como un hombre de escasos recursos.

Euclides torres empresario
Por Norbey Quevedo | Créditos: Fotografía de Euclides Torres, empresario y megacontratista del Estado

En una demanda de alimentos promovida por Yomaira Yaneth Monsalvo de Torres, en contra del megacontratista del Estado Euclides Torres, quedó en evidencia no sólo su fortuna, si no también su posición y  actuar frente a la justicia para mostrarse ahora como un hombre de escasos recursos económicos.

Monsalvo y Torres unieron sus vidas el 22 de diciembre de 1976 en la parroquia Inmaculada Concepción en Barranquilla. Tuvieron tres hijos: Katty, Ingrid Vanessa y Efraín Antonio quien fue elegido representante a la Cámara por Bogotá en el año 2010 y reelegido e investigado en 2015 por usar 81 pasajes sin autorización debida de la corporación legislativa.

El 12 de febrero de 2008, 32 años después del matrimonio, Euclides Torres convenció a su entonces aún esposa Yomaira Monsalvo y madre de sus hijos, de firmar dos documentos que le cambiarían la vida a ambos.

El primero, un acuerdo privado de divorcio, con una cláusula de confidencialidad que tenía la excepción de ser revelada si uno de los dos incumplía. El segundo, la minuta de divorcio por mutuo acuerdo en la que por voluntad de ambos cesaban los efectos civiles del matrimonio católico, liquidaban la sociedad conyugal y se pactaba una obligación alimentaria de Torres para con su exesposa a perpetuidad.

Creyendo que aquel documento sería para siempre, la mujer aceptó a pesar que quedaba en desventaja, pero aparentemente se dejó seducir por el futuro, es decir, por lo que se comprometía ante notario y estampando su firma el hombre con el que compartió la vida durante más de tres décadas.

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Foto: Facsímil de las dos primeras página del acuerdo privado de divorcio confidencial entre la pareja


Extrañamente el documento de divorcio ante notaría distaba del documento privado. En el que quedó registrado en una Notaría de Bogotá, los hasta entonces amables esposos, dijeron que el activo total de lo que habían trabajado durante tres décadas era de $202.103.768.

Bienes al detalle

Un patrimonio conformado por un apartamento en el tercer piso de un edificio ubicado en la calle 85 con carreras 51 y 51 B en Barranquilla, el cual estaba avaluado en 2008 por $63.468.000 y un garaje en $2.848.000.

En aquella masa de bienes de la sociedad conyugal también reportaron un Mercedes Benz, modelo 2001 tipo C-200 avaluado en $50 millones, 4665 acciones de la sociedad Interconexión Eléctrica S.A ESP-ISA por $3.965.250; 15.000 acciones en la ETB por $8.359.050 y un encargo fiduciario con Colpatria por $60.000.000. Asimismo, acciones en Ecopetrol por $9.800.000 y el 90% del patrimonio de Torremon Sociedad en Comandita por $3.600.000.

Con una supuesta generosidad, Euclides Torres renunció a los gananciales que le correspondían dentro de la sociedad conyugal; en otras palabras, desistió de la mitad del supuesto matrimonio que había construido dentro de la sociedad conyugal y en consecuencia se lo entregaba a su exesposa.

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Foto: Facsímil de dos páginas de la minuta en donde se relaciona la masa de bienes de la sociedad conyugal Torres Monsalvo


El hombre a pesar que se quedaba supuestamente sin nada en el bolsillo asumió los gastos de impuestos que generaba la disolución de la sociedad conyugal, los gastos notariales, de beneficencia, registro y honorarios de abogado.

Pero este no fue el único compromiso pactado entre los esposos Torres y Monsalvo. El empresario se comprometió a pagar de manera incondicional, vitalicia e ininterrumpida el estilo de vida que su esposa llevaba hasta el día en que firmó ese documento. Unas sumas paradójicas o incluso extrañas para alguien que renunció a un supuesto patrimonio de $200 millones.

Torres se obligó a pagarle a su exesposa $18 millones mensuales a partir del primero de enero de 2007; así mismo, dos cuotas extraordinarias del mismo valor en junio y diciembre. También firmó para renovarle a Monsalvo, cada cuatro años un vehículo de igual o mejor categoría de un BMW modelo 330i, incluyendo impuestos y seguros contra todo riesgo.

Otros gastos

Además de medicina prepagada se comprometió a cubrir cualquier costo que se derivará de los tratamientos médicos, prótesis o procedimientos que aseguraran la vida de su exesposa y que no estuvieran cubiertos por el plan. Todo menos cirugías estéticas o intervenciones de embellecimiento.

En otro ítem también se acordó a continuar pagando las dos empleadas de apoyo doméstico que trabajaban en la casa de la familia. Pagaría además la factura del celular y se haría cargo de las reparaciones locativas de la vivienda, así como del suministro de electrodomésticos.

La naciente expareja acordó también que él suministraría una vez al año a la mujer seis tiquetes aéreos a destinos nacionales y un destino internacional a Europa o América. Estos viajes nacionales la mujer debía pedirlos con 30 días de anticipación, mientras que los internacionales con 90. Euclides Torres aseguró que se encargaría de los impuestos y de elaborar y pagar las declaraciones del patrimonio que quedaban en cabeza de su exesposa.

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Foto: tomada de https://co.pinterest.com/ El negocio clave de Euclides Torres es la iluminación en varias ciudades


A este enunciado que se convirtió en listado, pero de deseos, se sumó el que Torres asumiera el costo del seguro contra todo riesgo del patrimonio, así como la conservación de los derechos de la mujer en el Club El Nogal, además de las cuotas de sostenimiento.

De la misma manera que un local comercial que debían entregar en 2010 tres empresas Luces Del Valle S.A, Luces de Santander S.A E.S.P y GPS Consultores S.A.

Todo lo anterior sería incrementado a partir del primero de enero de cada año en un 150% del Índice de Precios al Consumidor, IPC. Pero los documentos dejaron una lista y es que el pago de estos dineros se haría o a través de Euclides Torres, o de las tres empresas referidas qué quedaron en cabeza de los tres hijos de la pareja.

Finalmente pactaron que el megacontratista Torres sanearía cualquier deuda que tuviera la mujer, así como cualquier reporte en centrales de riesgo, Dian, o listados de morosos de la telefonía celular por usar el apartamento de Barranquilla como domicilio de las empresas también.

Por su parte, Yomaira Monsalvo asumió la alimentación de sus hijas Katy e Ingrid y la medicina prepagada de las tres. Con la firma de la escritura de divorcio también devolvería un pagaré suscrito en su favor por Megaproyectos de Iluminaciones de Colombia S.A firmado el 21 de septiembre de 2000.

Primeros incumplimientos

El cumplimiento de esto se garantizó mediante fiducia a través del banco Sudameris y proveniente de las tres empresas. El 12 de febrero de 2008 este acuerdo se elevó a escritura pública; pero con el transcurso de los meses se hizo realidad aquel refrán popular de que se conoce a la pareja en el divorcio, los hermanos en la herencia, los hijos en la vejez y los amigos en las dificultades.

No pasó mucho tiempo antes que Euclides Torres empezará a incumplir. Del primer mes, es decir lo correspondiente a enero de 2007, aunque la cuota acordada era de $18 millones, este le consignó a su expareja $12.380.000, lo propio se hizo con los dos meses, siguientes, luego vinieron meses de $10 millones y varios en que no se consignó nada.

Incluso lo correspondiente de octubre de 2007 se transfirió $1.471.136. En el año 2008 cuando la cuota ya era de $19.536.300, consignó unas veces la mitad, otras la tercera parte.

Demanda y 17 empresas

Tras varias cartas enviadas por la mujer a su expareja tomó una decisión. Demandó a su exmarido Euclides Torres cinco años después, cuando éste ya le adeudaba $1.016 millones por las cuotas alimentarias y $180 millones más por las extraordinarias, es decir, las que acordaron que este le transferiría en junio y diciembre de cada año.

Desconcertada, pues había renunciado a un divorcio por vía judicial en el que ella podía ganar pues Euclides Torres ya convivía con su nueva pareja Liliana Arenas Mogollón, solicitó el embargo de bienes, cuentas y hasta una prohibición de salida del país. Pero fue más allá y enumeró todas las empresas con las que sabía que su exesposo tenía vínculos como socio o que percibiera ingresos, honorarios o similares.

En total enlistó 17: Luces Del Valle S.A, Luces de Santander S.A, Luces de Floridablanca S.A, Iluminamos y Semaforizamos Colombia S.A, TM Acciones S en C simple, Simétrica S.A, Gestión Gerencial de Procesos y Auditorías S.A GPS Consultores S.A, Servicio Público de Alumbrado de Pasto S.A, Alumbrado Público del Atlántico SAS Sociedad de Economía Mixta, Unión Temporal Iluminamos Puerto Colombia S.A, Semaforizaciones Internacionales S.A, A.P.H Servicios Eléctricos S.A, Azca Colombia S.A y TM Acciones S en C simple, Tomon Ltda.

Con otros detalles adicionales en el documento privado que firmaron Torres y Monsalvo cuando estaban en buenos términos, narraron que además de los bienes que figuraban en la escritura de divorcio habían más.

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Foto: Facsímil de dos páginas demanda de alimentos y solicitud de embargo en donde se evidencian las 17 empresas de Euclides Torres


Por ejemplo, un apartamento en el sexto piso de la Urbanización Monteloma en Bogotá,  así como las empresas Luces Del Valle S.A, Luces de Santander S.A E.S.P y GPS Consultores S.A de la cual Torres quedó con el control y gestión. 

En aquel escrito se hizo una confesión; que el patrimonio representado en esas tres empresas era superior al que le había sido asignado a la pareja del empresario y quedó claro que era ella quien estaba renunciando a las gananciales que le pertenecían dentro de la sociedad conyugal en favor de su cónyuge y sus hijos quienes se comprometieron con su firma a la dirección, control y vigilancia de su padre y que seguirían a cargo de este patrimonio.

En cuanto al pago de la cuota de alimentos mensual está saldría de Luces Del Valle en un 38.89%, Luces de Santander S.A en un 38.89% y GPS Consultores S.A en un 22.22%.. De esta última empresa también debería salir el financiamiento del cambio de vehículo cada cuatro años.

Y se sustentó una condición adicional y es que en caso de muerte de Euclides Torres, serían sus hijos quienes asumirían todos estos acuerdos que beneficiaban a todos menos a ella. Pero en la contestación de la demanda Yomaira Monsalvo evidenció realmente con quien había compartido su vida durante tres décadas.

De rico a pobre

Euclides Torres aseguró que en el divorcio por mutuo acuerdo había renunciado a las gananciales en favor de su exmujer, que esto había incluido tres inmuebles y un vehículo y que además de manera generosa y voluntaria había establecido unas obligaciones.

También le contó al juez que había contraído un nuevo matrimonio con Liliana Maritza Arenas Mogollón, meses después de su divorcio y prácticamente dio a entender que su exmujer debía darse por bien servida  porque en los últimos doce meses le había hecho giros por $11 millones. Y cómo en el cuento de Rafael Pombo, Mi pobre viejecita, se empezó a mostrar  como un hombre que prácticamente vivía con lo mínimo.

El contador Alberto Guillermo Martínez Durán, quien oficiaba como pagador de múltiples de las empresas enlistadas dijo que Euclides Torres, no tenía acciones en Simetric S.A y aseguró que éste estaba vinculado pero con un contrato de prestación de servicios desde el día 29 de octubre de 2012, es decir, posterior a que su expareja lo demandara por incumplir con la cuota de alimentos.

Afirmó que el cargo era gerente y que por ello tenía una asignación mensual de $2 millones. Lo propio repitió en Iluminamos y Semaforizamos Colombia S.A, aseguró que allí Torres era gerente suplente y curiosamente devengaba exactamente los mismos honorarios, es decir, $2 millones.

En Luces de Floridablanca y Luces del Valle también estaba vinculado por contrato de prestación de servicios devengando $2 y 1.5 millones respectivamente.

En la empresa T.M Acciones S en C simple, el contador - pagador advirtió que se habían embargado en virtud de ese proceso las cuotas sociales pero que Torres era sólo socio gestor y que allí no devengaba nada. 

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Foto: Facsímil de certificaciones donde contadores aseguran que Torres devenga bajos recursos


Paradójicamente, el mismo Martínez Duran certificó que Torres de las demás empresas no tenía ninguna vinculación. Es decir, el megacontratista no tenía honorarios, ni salario, ni acciones, ni nada, pero el que certificaba, si oficiaba como contador y pagador en estas.

La mujer aterrizó contra el muro de su realidad cuando en la contestación de la demanda, la abogada de su exmarido aseguró que, “mi poderdante (Euclides Torres) persona que no pertenece a la clase de la gente rica, siempre fue una persona cumplidora de sus obligaciones, tanto con sus hijos (…) hasta el punto que jamás la demandante hubiese tenido que realizar siquiera una citación en una inspección de familia, otorgándole a ellos estudios en el exterior, vivienda, vestidos, viajes tal como se demostrará en los testimonios”, señaló la defensora de Torres.

Asimismo, en su particular defensa advirtió que los ingresos fijos de Torres únicamente provenían de trabajos como representante legal, de asesorías que no eran fijas e incluso aseguró que ese año, "no ha sido posible obtener ingresos que le permitan una digna supervivencia", indicó. 

La respuesta de Yomaira

En medio de la controversia familiar y jurídica empezaron a salir a flote varias verdades. De la mano de su abogado, Yomaira Monsalvo no dejó títere con cabeza y desnudó al verdadero Torres.

El jurista aseguró que cuando suscribió la minuta de divorcio por mutuo acuerdo, el empresario ya convivía con Liliana Arenas Mogollón, que esté ocultó buena parte del monto de sus inversiones en las diferentes sociedades y defraudó a su exesposa.

Evidenció que para ese momento el patrimonio figuraba en cabeza de su nueva cónyuge con quien se había casado en Cartagena en 2009 y no dudó en afirmar que ella era su testaferro.

También arremetió contra la afirmación que había hecho Euclides Torres en su defensa sobre que ella no necesitaba de más para vivir y que con lo que él giraba era suficiente para subsistir.

"Dejando de lado la justificación del pacto voluntario que se originó clara y categóricamente en que el demandado se quedaba con más empresas, con toda la parte productiva que le generaba a Yomaira ingresos promedio de $100 millones y se limitaba a cumplir con el pago de la obligación alimentaria", indicó el abogado.

Las múltiples pruebas solicitadas y practicadas corroboraron la versión de su exesposa. Por ejemplo, en las declaraciones de renta de los años 2009 y 2010 el patrimonio bruto de Euclides Torres fue de $832 y $891 millones, respectivamente.

Contadores vs revisores

Como si esto no fuera suficiente, empezaron a evidenciarse las contradicciones. Por ejemplo, mientras el contador había asegurado que Torres con las tres empresas tenía contratos de prestación de servicios que sumaban $5.5 millones, los certificados de los revisores fiscales aseguraban otra cosa.

Blanca Orozco de Luces Del Valle S.A aseguró que Torres tenía un contrato a término indefinido desde el 20 de diciembre de 2007 con una asignación mensual de $30 millones.

Con respecto a Simetric SA, empresa de la que el contador pagador había asegurado que el megacontratista no tenía vínculo alguno, en documento del 21 de marzo de 2013 indicó que la composición accionaria de esta firma Euclides Torres tenía el 70% de las acciones por $1.400 millones y el hermano de este, el hoy representante a la Cámara, Dolcey Torres el 5% por $100 millones, entre otros accionistas incluyendo TM Acciones S en CS.

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Foto: Facsímil que demuestra la participación de Euclides Torres en Simetric y su valor de $1.400 millones, al igual que la de su hermano Dolcey Torres.


En Iluminamos y Semaforizamos el 25% de las acciones estaban en cabeza de la nueva cónyuge de Torres, Liliana Maritza Arenas Mogollón, el 2% en un hermano de esta, es decir cuñado de Euclides, Juan Carlos Arenas Mogollón y el 66% en cabeza de Euclides Torres. Este documento firmado por el mismo Alberto Martínez Duran quien había asegurado lo contrario.

En esta sociedad, Roberto Carlos Machuca, director de Recursos Humanos certificó que Torres tenía la calidad de gerente y representante legal desde octubre 26 de 2010 con un salario de $18 millones mensuales bajo la figura de contrato de prestación de servicios.

Por su parte en Luces de Floridablanca, el revisor fiscal el mismo de Iluminamos y Semaforizamos certificó que Euclides Torres tenía el 70% de las acciones por $350 millones, su nueva esposa Liliana Arenas Mogollón el 20% por $100 millones, y otros dos accionistas que para ese momento figuraban en otra empresa, Efrén Junior Montañez y Roberto Machuca Suarez.

Curiosamente Machuca Suárez quien tenía el 2% de las acciones suscribió el certificado como director de Recursos Humanos de esa empresa asegurando que Torres era el gerente y el representante legal y que devengaba $15 millones mensuales.

En Luces de Santander, el contador pagador pero esta vez como revisor fiscal, certificó que Euclides Torres tenía el 63% de las acciones y Liliana Arenas Mogollón el 25%, dos empresas DJM Luxes SA con el 5%, Aservin con el 2% y Efrén Montañez con el 5%.

De esta, Edgardo Noguera director de Recursos Humanos certificó que Torres fungía como director administrativo y financiero y que devengaba $10 millones mensuales.

Detalles millonarios

Era tal la capacidad económica de Torres que incluso figuraba en condición de persona natural como codeudor de Luces Del Valle en un crédito de Bancoldex por $3.000 millones y otro similar, es decir como codeudor de la Unión Temporal Iluminamos Puerto Colombia SA por $700 millones. Así mismo el banco Sudameris le aprobó para esa época una línea de crédito Findeter por $10.000 millones a seis años.

El avalista como persona natural era Euclides Torres, ATM acciones y la pignoración de todos los excedentes de los fideicomisos que estaban garantizando la obligación UTI Puerto Colombia y Luces Del Valle, fiducia sobre la iluminación de Piedecuesta, Santander por el 29.5% del recaudo total.

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Foto: Facsímil del documento en donde se aprueba una línea de crédito de $10.000 millones


Otro detalle es que el mismo Alberto Martínez en el estado de pérdidas y ganancias de Euclides Torres certificó que entre enero y diciembre de 2009 este había recibido ingresos por $801.091.720 y en 2010 por $814 millones.

Coincidencialmente, para esa misma época se denunciaba que una familia había montado un particular y beneficioso negocio en Puerto Colombia del cual llevaban una década lucrándose.

Despuntado el milenio, fue elegido como alcalde de ese municipio al que había migrado la élite, Camilo Torres Romero, hermano de Euclides Torres quien despuntó con fuerza como contratista del cuestionado cura Bernardo Hoyos.

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Foto: X (Twitter ) @Bernardohoyosm / Twitter Cura Bernardo Hoyos


Nueve años después Camilo Torres era el presidente de la Asamblea del Atlántico y su esposa Martha Villalba alcaldesa de Puerto Colombia.

Negocio de alumbrado y acción en El Nogal

Dicho municipio había entregado en concesión el alumbrado público a empresas de Euclides Torres. Un jugoso negocio en el que se recaudaban anualmente $1.400 millones.

En diciembre de 2008 el municipio finalizó ese contrato, en el acta se registro que la concesión incumplió obligaciones laborales y había desviados dineros. Sin embargo, el nuevo concesionario asumió inexplicablemente una deuda de $1.750 millones.

Cuando en su momento le preguntaron a Camilo Torres y Martha Villalba siempre negaron que esas sociedades y esa concesión tuviera relación con el empresario, un hecho que quedó más que demostrado con los registros. Pese a las pruebas,  nunca pasó nada ante la justicia que ni cojeó ni llegó.

En una certificación incluso, Euclides Torres aseguró que él era presidente y dueño de cuatro empresas que conformaban el Grupo Empresarial Servicios Públicos. Pero sin mover una pestaña y sin titubear, en el interrogatorio de parte que le practicó el juez, aseguró que solo prestaba asesoría a Iluminamos y Semaforizamos y que sólo ganaba $7 millones.

Cuando le preguntaron por las certificaciones en las que sumadas devengaba más de $70 millones, aseguró, “en ningún momento se ha tenido ese ingreso, cítese a quien haya expedido la certificación”

En la misma declaración solicitó al Banco Colpatria y Leasing Bancoldex el endeudamiento respaldado por él a cuatro empresas que ascendía a $35.000 millones, una extraña aseveración si esas sociedades supuestamente no tenían relación con él.

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Foto: Facsimil del interrogatorio de parte en Torres respalda endeudamiento de $35.000 millones


Incluso, posterior a la demanda de alimentos, el 21 de marzo de 2013, adquirió como persona natural una acción en el Club El Nogal por $30 millones y que hoy está avaluada en cerca de $220. 

Sin embargo, en el interrogatorio que le practicó el juez de familia continuó con su posición de hombre de pocos ingresos, negó ser accionista de empresa alguna.

“Nunca he sido accionista del ninguna empresa, siempre las acciones que en este intento no recuerdo la participación ha estado representada por una sociedad en comandanta s nombre de mis hijos”, indicó el poderoso empresario Torres.

Lo cierto es que hasta mayo de 2017, la liquidación de lo adeudado por Euclides Torres a su exesposa  ascendía a $5.306 millones.

Los hijos con el padre

Increíblemente Yomaira Monsalvo volvió a creer. El 9 de noviembre de 2018 firmó otro documento. De nuevo Euclides Torres, una vez más le hablaba en futuro.

Después de nueve años de cartas sentidas, otras airadas, de testimonios, interrogatorios y de un extenso pleito, la mujer firmó con Torres un contrato de transacción

En este se comprometió a pagarle a su expareja un primer abono por $175 millones, recursos que serían pagados pero por sus tres hijos. Y el saldo, es decir, más de $5.000 millones en cuotas mensuales de $2 millones.

Sus tres hijos se comprometerían a pagar mensualmente $23 millones como abono a dicha deuda. Estos mismos personajes en el interrogatorio ante el juez dijeron que su padre era correcto y dieron a entender que no conocían al detalle la demanda que interpuso su madre, ello a pesar que los mismos suscribieron aquel acuerdo privado en el que ella por el bien de ellos, sus hijos renunciaban a todo.

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Foto: suministrada / Euclides Torres y su actual esposa Liliana Arenas, a la derecha en matrimonio de uno de sus hijos. 


Torres pagaría además las deudas del apartamento de Monte Loma en Bogotá, pues la mujer no había podido volver a girar siquiera el costo de la  administración y mucho menos impuestos. Pero este nuevo acuerdo una mezcla más de corazón que de razón lo motivó una nueva estocada.
 
En el año 2015, Euclides Torres demandó a Yomaira Monsalvo, la madre de sus tres hijos para sacudirse del compromiso que había firmado casi sobre mármol para que ella accediera a divorciarse por mutuo acuerdo.

La figura utilizada fue la de exoneración de cuota alimentaria, contemplada en el Código Civil que establece que son válidos los pactos entre cónyuges, pero que a solicitud de parte está podrá ser modificada si cambiaban las circunstancias que la motivaron.

Pobreza y exonerado de pago de alimentos

Las pruebas que Torres usó para mostrar una absurda incapacidad económica fue lo que ella misma le firmó de buena fe en el pasado, para que él pudiera reiniciar su vida afectiva con una nueva pareja.

Es decir, la minuta de divorcio firmada en notaría en febrero de 2008 en la que los cónyuges aseguraron que su patrimonio era un apartamento, un garaje en Barranquilla, unas acciones en Ecopetrol y en otra empresa, un vehículo que sumaba un poco más de $200 millones.

En otras palabras, se le mostró al juez que él era quien había renunciado a las gananciales en virtud de dicho documento y de nada sirvió la consideración del acuerdo privado en el que él, su expareja y sus hijos confesaban que era ella quien renunciaba a las empresas para que éstas fueran manejadas por ellos, a cambio de con una cuota alimentaria y de otras solicitudes para que pudieran mantener el mismo estilo de vida que tuvo durante tres décadas.

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Foto: Acta de la audiencia en donde se exonera a Euclides Torres del pago de alimentos


Pero la justicia fracasó. Para ella no hubo. El juez echando mano de unas sentencias de la Corte Constitucional le dio la razón a Euclides Torres y lo exoneró de la cuota de alimentos, como si el documento suscrito en 2008 no hubiera sido un acuerdo entre los dos que permitió que Torres contrajera nuevas nupcias y que evitó ser demandado por ella bajo la causal primera de divorcio por tener otra pareja.

Ella se quedó sin capital de trabajo, sin utilidades que pudiera percibir de las empresas, se quedó solo con la promesa que le hacía el padre de sus tres hijos.

No se tuvo en cuenta las certificaciones contradictorias de Alberto Guillermo Martínez Durán en el que le narró a la justicia los pagos que le hacían las empresas a Torres, las acciones que tenía en sendas personas jurídicas y hasta que era codeudor de múltiples créditos. Según ese fallo las condiciones económicas de Euclides Torres habían cambiado y ya no podía mantener esa cuota alimentaria.

Magistrado vallenato

El caso de Yomaira Monsalvo llegó a la Corte Suprema de Justicia, a manos del magistrado vallenato Aroldo Quiroz, quien cumplió periodo el pasado 5 de abril. Este es polémico por que mientras ejercía su magistratura, múltiples familiares estaban vinculados al Estado. El togado le dio la razón a Euclides Torres y mantuvo la exoneración de la cuota de alimentos a la expareja del empresario.

Quiroz y Benedetti
Foto Izquierda: tomada de la página web de la Corte Suprema de Justicia / Aroldo Quiroz, exmagistrado del Alto Tribunal. Foto derecha: tomada de la red social X @AABenedetti / Armando Benedetti, embajador de Colombia ante la FAO.


Lo paradójico es que según el propio Armando Benedetti, le contaría apenas dos años después en el 2021 a la Corte Suprema, por la misma época de estos litigios que el poderoso Torres le prestó $3.600 millones al excongresista y hoy embajador de Colombia ante la FAO.

Euclides Torres el hombre que se impulsó financieramente en la época de la debacle de la alcaldía del cura Bernardo Hoyos en Barranquilla, y luego en negocios de concesiones de alumbrado público y demás en Puerto Colombia, el mismo que desde comienzos de 2023 está en el ojo del huracán por una supuesta financiación de $15.000 millones a la campaña presidencial del entonces candidato Gustavo Petro

Lo más reciente y complementario a su fortuna lo evidenció La Silla Vacía al señalar que el clan de los Torres, que lidera Euclides, junto sus hermanos e hijos han recibido contratos en sus empresas con el gobierno del Presidente Gustavo Petro por $180.000 millones.

Es el megacontratista Euclides Torres, un personaje que parece sacado de un cuento de Rafael Pombo, al que la justicia le creyó que desde 2008 y por cuenta de su divorcio quedó en la pobreza.

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