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La escalada de contagios de Covid-19 en Cundinamarca

Más allá del fallecimiento de dos campesinos de Villapinzón, el departamento crece en contagiados. 47 infectados en 16 municipios. Éxodo masivo de Bogotá a varios pueblos de la región preocupa a los pobladores.

Por Agencia Periodismo Investigativo |

La tierra de las fresas, la papa sabanera y el majestuoso páramo de Guacheneque, donde nace el Río Bogotá, Villapinzón, Cundinamarca está de luto. Dos de sus amables campesinos, doña Leonor una mujer de 67 años y su esposo don Eusebio de 68 años, identificados con los números 587 y 707 en la lista de contagiados de Covid-19 del Instituto Nacional de Salud, INS, fallecieron.

Ella, en la noche de este viernes y él en la madrugada de este sábado 5 de abril. Internados en un hospital de Zipaquirá y una Unidad de Cuidados Intensivos, UCI en Bogotá, lejos de su tierra, de su familia y del hogar que construyeron con tanto esfuerzo durante décadas. Ninguno de los dos supo la suerte que corrió el otro. Hoy, una de sus hijas de 35 años está hospitalizada en Zipaquirá combatiendo también la enfermedad.

Pasó lo que parecía imposible y lejano para los 21.400 habitantes de Villapinzón. El virus que se originó a mediados de diciembre en Wuhan, provincia de Hubei en China, a 16.060 km de distancia terminó sembrado en estas tierras fértiles.

Varias versiones encontradas existen sobre la manera como se contagiaron. Una fuente le advirtió a la Agencia de Periodismo Investigativo, API, que a comienzos de marzo hubo una celebración en el municipio hasta donde llegaron amigos y familiares. Días después doña Leonor presentó los primeros síntomas, fiebre, tos y mucho cansancio.

Otra fuente indicó que uno de sus familiares desconoció la obligación de permanecer aislado durante al menos 14 días, luego de llegar de un viaje fuera del país y sería la persona que los contagió. “Como era asintomático no creyó estar contagiado”. Hoy la tragedia envuelve al municipio y aunque el INS declaró los casos como relacionados, existen serias dudas sobre el contagio.

 

Coronavirus

 

El médico infectólogo Carlos Pérez, explicó que en este caso, “Pudo haber pasado entre uno y 14 días antes de registrarse los primeros síntomas”. A su vez, Juan Guillermo Ortíz, director de la Clínica de la Universidad de La Sabana, uno de los centros asistenciales más importantes de la región, considera que Cundinamarca ya está haciendo una transición a la fase de mitigación, es decir, aquella en donde ya comienzan a aparecer contagios que no se relacionan con personas provenientes de otros países. 

Una situación que comenzó a evidenciarse a las 00 horas del viernes 20 de marzo cuando empezó a regir el decreto de simulacro obligatorio expedido por la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, iniciativa a la que se unió el gobernador de Cundinamarca, Nicolás García. La cual empataría con el aislamiento preventivo ordenado por el presidente Iván Duque durante 19 días, desde el 24 de marzo a las 23:59 horas hasta el lunes 13 de abril. 

El propósito de la alcaldesa y el gobernador era evitar que a Cundinamarca migrara el virus que para ese momento ya había contagiado a 270.000 personas en el mundo y 11.000 habían perdido la vida.

Pero no todos entendieron el propósito. Desde la tarde del jueves 19 de marzo y hasta minutos antes de empezar a regir los decretos de simulacro obligatorio, 125.000 vehículos salieron de Bogotá rumbo a los distintos municipios de Cundinamarca, en donde la infraestructura hospitalaria es precaria. 179 camas de cuidados intensivos, 150 de cuidados intermedios y 2.600 hospitalarias. 

Los más acaudalados se refugiaron en sus fincas de recreo en Anapoima y Ricaurte, Cundinamarca. Algunos osados llegaron de turismo a Girardot, Cundinamarca y Flandes, Carmen de Apicala, Villadeleyva y Paipa en Boyacá. Otro número importante buscó la casa de sus padres o abuelos en los demás municipios del imponente paisaje cundiboyacense, cómo Villapinzón en donde según cálculos de las autoridades locales, llegaron al municipio antes de iniciarse el aislamiento alrededor de 2.000 personas.

 

FOTO ALCALDESA DE BOGOTA Y GOBERNADOR DE CUNDINAMARCA



Pocos pensaron en que la idea de pasar el puente festivo sería el punto de quiebre de la enfermedad en Cundinamarca y Boyacá, dos de los departamentos con mayor número de adultos mayores, justo los más vulnerables a la pandemia que no da tregua en el mundo. 

Aún el país estaba debatiendo del porque se le había permitido a esos 125.000 vehículos regresar a Bogotá, luego del puente festivo y justo un día antes de iniciar el decreto presidencial de aislamiento obligatorio, cuando empezaron a ser reportados casos de contagio en Cundinamarca.

En pleno puente festivo al Hospital San Martín de Porres ubicado en el municipio de Chocontá, cabecera de la provincia de Almeidas, y que atiende a los pobladores de los municipios de Machetá, Tibirita, Manta, Sesquilé, Suesca, y Villapinzon en donde solo hay centros de salud, llegó por urgencias y desde Villapinzón, una mujer de 67 años con síntomas respiratorios y cuadro febril y quien al complicarse la inflamación de sus pulmones fue trasladada a Bogotá. Su cuadro clínico requería un tratamiento de mayor complejidad por lo que fue necesario trasladarla a Bogotá a una Unidad de Cuidado Intensivo, UCI.

Tres días después, el esposo de la señora, de 68 años de edad, fue remitido también por urgencias al Hospital de Chocontá. Su cuadro clínico no era mejor. Tos, fiebre y malestar general, por lo que fue necesario trasladarlo al Hospital La Samaritana de Zipaquirá. Dos días después se convirtió en el segundo caso confirmado de Covid-19 en Villapinzón y el número 24 en Cundinamarca.

Hasta ese momento en el departamento corazón del país, con excepción de un caso en Soacha, todos los diagnosticados con la enfermedad habían sido importados. 

COMUNICADO HOSPITAL DE CHOCONTA

El primer caso que se registró fue el 15 de marzo de una mujer de 29 años en Subachoque que había llegado de España. Luego se confirmaron mas casos que llegaron vía aeropuerto. Diez de España, 6 de Puerto Rico, 2 de Ecuador, 2 de Estados Unidos, 1 de Egipto, 1 de Turquía, 1 de México, hasta el 28 de marzo cuando oficialmente el INS, reportó el caso de Villapinzón, como relacionado. Lo propio hizo dos días después cuando reportó el segundo caso en ese municipio.

“Al parecer fue de unos familiares que llegaron de la ciudad de Bogotá, en una visita rutinaria. Una de las personas que visitó a estos adultos mayores era asintomático y de ahí se derivó el contagio” le indicó a la Agencia de Periodismo Investigativo, el alcalde de Villapinzón Nelson Torres.

El mandatario indicó que alrededor de mil habitantes son adultos mayores y que el municipio a pesar de que su economía no se basa en el turismo, si registra grandes afluencias los fines de semana.

Luego de registrarse los dos casos positivos de Covid-19, el alcalde Torres restringió aún más las medidas que por decreto había impuesto desde el pasado 19 de marzo. Declaró la calamidad pública, ordenó la desinfección de espacios públicos, restricción de la movilidad, también impuso el pico y cédula y el comercio solo va hasta la 2:00 p.m.

Tanto los quince establecimientos agrícolas y las seis sedes de entidades financieras atienden en jornada única hasta y atendiendo el pico y cédula. Las diez entradas al municipio que está sobre la concesión vial Bogotá-Briceño-Túnja-Sogamoso, clausuraron ocho y dejaron únicamente dos accesos pero con controles estrictos.

 

ALCALDE DE VILLAPINZON



Uno de los obstáculos adicionales es que Villapinzón es paso obligado para Úmbita, Turmequé, Lenguazaque y la vía principal. “Tenemos unas condiciones diferentes a las de un municipio típico de un poco más de 20.000 habitantes”.

El burgomaestre habilitó una línea telefónica y un correo electrónico para que las personas que no residen en el municipio pero por realizar una de las 34 actividades calificadas como esenciales se inscriban, pues Villapinzón tiene unas particularidades que le han impedido disminuir el alto flujo de personas.

“Nosotros somos uno de los siete municipios a nivel nacional donde tenemos actividades de curtiembres, una actividad que está autorizada porque hace parte de la línea de abastecimiento. Además estamos en plena cosecha de papa por lo que diariamente llegan entre 60 y 70 camiones al municipio para proveer no solo a Corabastos si no a otras regiones del país” afirmó el alcalde.

Desde que se hizo oficial el primer caso de Covid-19 los pobladores y transeúntes han tomado en serio las medidas de confinamiento. Días atrás cuando el virus era un tema lejano y su nombre era materia de chiste, en las fondas y estancos, entre risas se afirmaba que en la población estaban listos con el mejor remedio, aguardiente y limón. 

Pero después del 28 de marzo la historia cambió. El coronavirus ya no es un chiste, es una realidad que golpea a Villapinzon en donde pasaron de la incredulidad al rumor y del rumor a la incertidumbre que dejó la muerte de dos de los suyos.

 

MANTA CUNDINAMARCA



Los sentimientos que hoy afloran en Villapinzon, no son ajenos a los demás municipios de la provincia de Almeidas. Uno de ellos es Manta, Cundinamarca. Una población de 4.500 habitantes en donde el 70% son adultos mayores. Conocida por ser uno de los municipios más pacíficos del país y por debatirse el natalicio del Caudillo liberal en esa tierra conservadora de Jorge Eliécer Gaitán.

Su alcalde, Guillermo Robayo, es quizás uno de los mandatarios del país que más se ha tomado en serio la orden de aislamiento. A la población sólo pueden ingresar las personas que estén en el sisbén del municipio, cerró las entradas a la población y los funcionarios de la administración municipal, incluyendo concejales, hacen turnos de vigilancia para supervisar el paso de los pobladores.

Una de las medidas que más impacta a aquellos que prestan servicios escenciales es la obligación de bañarse antes de entrar al municipio. En un sitio denominado tres esquinas instaló unas cabinas con duchas. Aquel que requiera ingresar debe tomar la ducha y cambiarse de ropa, de lo contrario no es posible entrar. 

 

Por su parte, habitantes del municipio de Tibirita, preocupados por la propagación del virus en el departamento y ante la llegada de viajeros, tomaron la determinación de hacer barricadas en las vías de acceso de la población que comunica con La Capilla, en límites con Boyacá. 

Alto de Tibirita


Situación opuesta se vive en Villa de Leyva, Boyacá. Uno de los municipios turísticos del centro del país y en donde hace dos semanas fueron expulsados por Migración Colombia, un grupo de ciudadanos holandeses que violaron la cuarentena impuesta a su llegada al país. No obstante, las autoridades locales niegan un éxodo de turistas en comienzo de Semana Santa y afirman que se están cumpliendo las medidas sanitarias.

Hoy, en el fin de semana antes de iniciarse oficialmente la Semana Santa, la situación es inquietante. En Girardot, Anapoima, Fusagasugá, La Mesa, entre otros, según han denunciado algunos pobladores, en horas de la madrugada entre las 12 de la noche y las 5am ingresaron turistas.

Vehículos particulares, foráneos y ciudadanos de fin de semana se aglutinan en las calles sin Dios ni ley y sin la conciencia de poder ser remitentes de un virus que puede ser demoledor en estos municipios que carecen de infraestructura hospitalaria.

Los efectos del coronavirus son latentes, según registros del Instituto Nacional de Salud, los contagios en Cundinamarca, siguen creciendo desde hace tres semanas cuando se detectó el primer caso en Subachoque. Hoy los registros, muestran una realidad con tres fallecidos y 47 casos que principalmente se generaron por personas que importaron el virus del exterior, pasaron por Bogotá y no hicieron el aislamiento debido.

En las goteras de Bogotá, por ahora, los municipios de Chía y Cota encabezan el número de contagiados, cada uno con ocho casos. Luego aparece Soacha con seis, Cajicá cuatro, Mosquera tres, Villeta, Funza, Anapoima, Villapinzón y Zipaquirá con dos. Un virus que se extiende con un contagiado en Madrid, La Calera, Fusagasugá, Choachí y Sopó. Un listado con 27 hombres 19 mujeres portadores del virus.

Una perspectiva que no es alentadora, como quiera que epidemiólogos consultados, consideran que en los próximos días la cifra se incrementará. La razón, se empezará a evidenciar nuevos casos de contagios de personas que se llevaron el virus de puente a Cundinamarca y Boyacá que registra ya 13 casos y un deceso.        

 

 

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