Alejandro Chiappe, un médico especializado en cirugía plástica, estética y reconstructiva que tiene su consultorio al norte de Bogotá, fue capturado en Puerto Rico por realizar procedimientos estéticos en la isla sin tener licencia para ello, en otras palabras por ejercer ilegalmente la profesión.
Mensualmente el cirujano plástico aterrizaba en Puerto Rico, y tomaba un auto rumbo a la Avenida Luis Muñoz Marín, urbanización Santa Juana Calle 15 en Caguas. Allá lo esperaba Kariela Lebrón Dávila, una puertorriqueña que estudió Ciencias Sociales en la Universidad de Turabo pero que entre 1995 y 2010 integró el cuerpo de Policía de la isla.
Luego de retirarse de la institución policial en el año 2015, fundó uno de los salones de belleza más populares de la ciudad, llamado Ponte Guapa en donde ofrecía toda clase de servicios desde microblanding y sombreado de cejas hasta extensiones de pestañas.
Las clientes aumentaban como espuma, toda clase de técnicas en corte y color, maquillaje y extensiones de pelo, atraían especialmente a mujeres que veían de inmediato los cambios en su apariencia física.
El éxito del salón aumentó cuando amplió sus servicios y empezó a ofrecer por redes sociales tratamientos para moldear y embellecer el cuerpo, también relleno de labios y aplicación de Botox, entre otras sustancias.
Ella había hecho amistad con el médico colombiano Chiappe a quien convenció de realizar estos procedimientos estéticos en su salón.
Y no era para menos. Chiappe había sido el cirujano plástico de cabecera de una de las figuras más destacadas del reguetón y pioneras de su género, Martha Pesante, conocida como Ivy Queen, quien incluso le firmó una dedicatoria especial. “Para Alejandro Chiappe, el doctor de mis bubis, Dios me lo cuide y me lo llene de amor, porque ya usted es un dulce”, indicó la artista.
No obstante, esta fue una de las muchas celebridades y pacientes que intervino el facultativo en más de veinte años de experiencia profesional.
Y es que el doctor Chiappe, es un médico de la Universidad del Bosque, hizo su rural en Cumaral, Meta, e inició en 1993 su práctica en la Clínica Palermo de Bogotá.
Luego, seis años después, inició su especialización en cirugía plástica en el hospital San Rafael de Bogotá y luego en la Universidad de California, en donde incluso, fue reconocido su experticio profesional y académico.
De hecho, en esa institución internacional, su trabajo de grado ocupó el primer puesto, fue publicado en la revista de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica y certificó de nuevo su trayectoria profesional.
Además, el facultativo afianzó una de sus pasiones; la docencia. En universidades como la del Bosque e instituciones como la Fundación Cardioinfantil y la clínica Juan N. Corpas, cientos de alumnos recibieron sus enseñanzas.
Con tan destacada trayectoria académica y profesional, el cirujano cerró su trato para prestar sus servicios en el exterior. Para ello, Lebrón Dávila empezó a manejar la agenda del médico colombiano en Puerto Rico y asignaba las citas de las pacientes.
Pero el rumor de que un cirujano plástico colombiano realizaba procedimientos sin licencia en ese país llegó a los oídos de los fiscales Rosangelt Sanjurjo y Obdulio Meléndez quienes empezaron a seguirle la pista al facultativo.
En migración solicitaron fechas y horas de entrada y salida del médico al país, lugar de estadía y número de pacientes que atendió.
Pocos días después, los agentes Maruxa Díaz y Kiara Vásquez realizaron la investigación y el procedimiento de captura en contra del médico colombiano y la propietaria del salón.
“Practicar la medicina en Puerto Rico requiere de licencia y colegiación. Incumplir con esto, es incurrir en un delito que conlleva multas considerables y cárcel. Esto no solo incluye al que practica ilegalmente la medicina, sino al que colabora en esta práctica” señaló Domingo Emanueli, secretario del Departamento de Justicia.
El futuro profesional de Alejando Chiappe, esta en veremos. Se expone a una condena en Puerto Rico y bajo los parámetros del Código Penal que desde 2012 rige en ese país. Una carrera exitosa que se trunca por ampliar sus horizontes profesionales sin detallar las normas de esa nación y por ganar unos dólares más.
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