El proceso por el atentado en contra del Centro Comercial Andino estuvo a punta de desmoronarse. El pasado 9 de junio cinco de los acusados recobraron la libertad por vencimiento de términos, dos más ya lo habían hecho días atrás. El proceso que se había prolongado en el tiempo sin siquiera iniciar el juicio empezó a sembrar dudas sobre la contundencia de las pruebas en contra de los acusados.
Pero una de las capturadas, Natalia Trujillo Nova, quien estuvo recluida varios años en una de las cárceles más extremas del país, Picaleña, en el departamento del Tolima decidió hablar y solicitar un principio de oportunidad a la Fiscalía General de la Nación que hace pocas horas fue avalado por un juez, después de muchas dificultades.
Quince atentados terroristas ocurrieron en Bogotá, en menos de dos años, antes del ocurrido la tarde del 17 de junio de 2017 en el baño de mujeres del Centro Comercial Andino cuando un artefacto explosivo dejó varios heridos.
Todos, según lo señalado por los investigadores tienen un hilo conductor. Dos banderas de forma rectangular, con franjas color amarillo y azul y una estrella de color rojo de cinco puntas en el centro que empezó a aparecer la primera semana de abril del año 2015.
El extraño símbolo fue izado en dos puntos distintos de la capital. En el tradicional barrio La Candelaria y en la calle 145 con carrera 82.
Cuatro meses después, la bandera volvió a aparecer pero esta vez acompañada del terror. El 18 de septiembre de 2015 una exposición sacudió el corazón de Bogotá en la carrera 10 con calle 18. Horas después sucedió lo mismo en la carrera 16 con calle 76.
Un año después se repitió la acción en contra de tres instalaciones de Cafesalud y otra en la EPS Salud Total.
A la semana siguiente la escena se repitió pero esta vez en contra de dos entidades financieras, Bancolombia y Banco de Bogotá.
Otras sedes de EPS, la Dian, Ciudadela Colsubsidio y una instalación de salud fueron víctimas de explosivos en los meses siguientes.
Las autoridades le seguían la pista a una agrupación subversiva denominada Movimiento Revolucionario del Pueblo, MRP, cuando estalló el petardo en el Centro Andino. Ahí se prometieron resultados por parte de las autoridades.
Seis meses después, se capturaron ocho personas incluida Natalia Trujillo Nova. Y a los tres días se judicializaron otras dos.
A la mayoría le imputaron los delitos de concierto para delinquir agravado, terrorismo en concurso homogéneo y sucesivo de homicidio agravado y tentativa de homicidio, todos como coautores y a título de dolo.
A Andrés Mauricio Bohórquez y Juan Camilo Pulido, además de los anteriores, también se les señaló de falsedad en documento público. Por su parte a Lizeth Johanna Rodríguez además de terrorismo y homicidio, fabricación y tráfico de armas de fuego.
En el desarrollo de las audiencias siguientes se hicieron varias solicitudes al juez que fueron negadas y en apelación llegaron hasta el Tribunal. Finalmente se descubrieron 343 pruebas entre informes de campo, declaraciones juradas, interrogatorios, informes periciales, de allanamientos y entrevistas.
Un contexto que dio un giro inesperado a la investigación por el atentado. El 12 de septiembre de 2019 Natalia Trujillo Nova, acusada de hacer parte de la organización subversiva MRP y de participar de las explosiones en Bogotá y en Pereira fue interrogada.
Un día después y cuando ya estaba próxima la audiencia preparatoria, firmó un acta de preacuerdo. Estaba decidida a colaborar con la justicia y a ser testigo en contra de sus nueve compañeros implicados.
El preacuerdo establece que Trujillo Nova conoce la organización MRP y a su líder, Boris Ernesto Rojas Quijano.
También quienes integran la estructura criminal. Se trata de Cesar Andrés Barrera Téllez, Andrés Mauricio Bohórquez Flórez, Juan Camilo Pulido Ribero, Lizeth Johanna Rodríguez Zárate, LIna Vanessa Jiménez Numpaque, Alejandro Méndez Molano, Iván Darío Ramírez León y Cristian Santiago Sandoval Moreno.
A estas personas, según el expediente, los conoció cuando era estudiante de derecho de la Universidad Nacional. “(...) y por esta condición conoce desde su interior la estructura de funcionamiento del Ejército de Liberación Nacional, así como, otras personas que hasta este momento no han sido identificadas, ni individualizadas, ya sea por la Fiscalía o por los organismos de seguridad del estado”, dice el documento judicial.
En el documento también se señala que la hoy abogada Natalia Trujillo Nova conoce cómo está dividida la estructura del ELN al interior de esa “alma mater” (Universidad Nacional) también cómo se realizan las labores de protesta, quienes son los “caprichos”, los “cerrados” o “abiertos”. También cuáles son sus funciones y la participación en actos violentos.
También se detalla que ella no sólo conoce a Boris Ernesto Rojas por ser el lider de la estructura subversiva, si no porque además en el año 2011 compartió casa con él.
Por ello declarará que tipo de armas tenía Rojas Quijano en esa casa, en que cantidades, que tipos de explosivos usaba, cómo las escondía y detalles de sus viajes a las áreas de campamento del ELN.
Para la justicia el testimonio de Natalia Trujillo es determinante porque permitirá, “desarticular una organización subversiva que existe al interior de la Universidad Nacional”.
Trujillo reconoció su participación en los atentados terroristas en Bogotá y Pereira, también ser integrante activa de MRP, una célula urbana del ELN y su ingreso a los campamentos de ese grupo armado en Arauca, frontera con Venezuela, estado de Apure, La Guajira y el sur de Bolívar.
“El ingreso a los campamentos por parte de Natalia era con el objeto de recibir formación militar, impartir instrucción académica a los guerrilleros y realizar acercamientos con el ELN”, detalla el documento.
Sin embargo, abogados de los procesados por el caso del Centro Andino consultados por la Agencia de Periodismo Investigativo, API, insistieron en la inocencia de sus clientes y aseguran que todo se trata de una persona que busca beneficios de la justicia.
Entre los acuerdos que deberá cumplir Natalia Trujillo Nova para materializar su principio de oportunidad esta entregar información que permita el esclarecimiento de los actos terroristas ocurridos en Bogotá y Pereira entre abril de 2015 y junio de 2017 cuando ocurrió el atentado en el Centro Comercial Andino.
También deberá declarar en juicio en contra de las nueve personas imputadas. Para ello la Fiscalía garantizará su seguridad y la de su familia, pues esta es una estructura del ELN.
A cambio será beneficiaria de la suspensión de la accion penal en su contra. Una delación que empieza a esclarecer una serie de atentados que causaron sozobra en el país.
