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Las últimas horas de Patricio Camps en Santa Fe

Llegó al club rojo por gestión de Pascual Lezcano, empresario de José Pekerman. Su salida, si no se concilia, le cuesta al club cerca de medio millón de dólares. Confrontación en el camerino. Desconoció instrucción del presidente del club. Anoche mismo se habló con Harold Rivera para reemplazarlo. Eduardo Méndez señala que la situación de equipo está más difícil de lo que pensaba.

Por Agencia Periodismo Investigativo |

Era el minuto 18 del primer tiempo. El joven defensa Alejandro Moralez pisó a su rival en el área, el volante Alex Castro y de inmediato el central pitó penalti. En el palco estaba Eduardo Méndez presidente de Santa Fe, curtido en el asunto quien se molestó por la infracción que consideró elemental. De inmediato, Danovis Banguero cobró el tiro desde los doce pasos y convirtió frente al portero Leandro Castellanos que nada pudo hacer.

Fue el primer partido de Méndez como presidente del club. El cotejo continuó y cuando se esperaba alguna reacción por parte de los cardenales, el Tolima estuvo a punto de marcar nuevamente. Vino el entretiempo y Méndez esperaba que la suerte cambiara. No obstante, el asunto fue peor. El cuadro pijao arremetió, al punto que a los 59 minutos anotó Diego Valdéz, pero el arbitro lateral anuló el gol por un fuera de lugar que no existió.

Cinco minutos después, un mal rechazo de Juan Daniel Roa quedó en poder de Diego Valdéz quien fusiló a Castellanos y marcó el 2-0. Méndez, se fue incomodando más que por el resultado por la actitud y el funcionamiento del equipo. “Estaba entre pensativo y preocupado”, manifestó un aficionado que se encontraba en la tribuna.

La debacle continuó. A los 77 minutos, el exsantafe Anderson Plata marcó el tercero. Seis minutos más tarde Jaminton Campaz anotó el cuarto. En la tribuna, Méndez no ocultaba su molestia al tiempo que los aficionados del Tolima empezaron a corear el 'ole', mientras Camps parado en la raya observaba pensativo, luego de hacer cambios inútiles.

partido


La única reacción del equipo cardenal surgió cuando al finalizar el encuentro, el delantero de Santa Fe, Jhon Miranda intentó irse a los golpes con uno de los jugadores del Tolima.

De inmediato, todos los futbolistas, el cuerpo técnico y el presidente Eduardo Méndez quien bajó del palco se encontraron en el camerino. Allí, Méndez muy molesto le pidió explicaciones a Patricio Camps por la goleada. El técnico argentino lo miró displicente y le dio la espalda. Méndez, lo increpó y le solicitó que se presentara a la rueda de prensa para dar las explicaciones a la afición, en momentos en que las redes sociales estaban reventadas con las tendencias Santa Fe, Camps, Carreño y Méndez.

Pasaron cerca de cinco minutos y mientras la prensa aguardaba explicaciones y los corresponsales mostraban su extrañeza por la demora en el pronunciamiento, en el camerino Camps tomó la determinación de no hablar, ni siquiera para responderle al presidente Méndez porqué no iba a la rueda de prensa. Tras bastidores nadie hablaba.

La actitud del técnico enfureció a Méndez, quien tomó la determinación, inusual en estos casos, de aparecer en la rueda de prensa y menos un presidente con apenas 72 horas en el cargo. Así las cosas, puso la cara y anunció decisiones, “El técnico no quiso salir por eso vine a poner la cara, que tengo que decir, ya hablé con él me sentaré mañana a ver si se puede negociar el contrato y miraremos a ver quien puede venir; quien venga lo hará de forma temporal sobre estos cuatro o cinco meses para en enero empezar a trabajar de otra forma”, manifestó Méndez, ante la sorpresa de los periodistas, que en una declaración que no duró más de diez minutos expresó su vergüenza por la goleada que le propinó el Deportes Tolima.

Mendez


Momentos después, cuando concluyó la rueda de prensa, Méndez fue notificado por la Policía de que no había condiciones de seguridad para que retornaran de Ibagué a la capital de la República.

De inmediato, Méndez comunicó al equipo la decisión y empezó a hacer otras gestiones de regreso a Bogotá. El directivo, no permaneció en Ibagué y por el contrario en su vehículo particular regresó a Bogotá.

El viaje de retorno realizó y recibió varias llamadas, entre ellas, se comunicó con el técnico Harold Rivera, quien además había estado en el palco y le ratificó el ofrecimiento de reemplazar a Camps. Juntos hicieron la dupla que permitió que el Unión Magdalena retornara a la categoría A, tras trece años en la segunda división.

Como se sabe el técnico ibaguereño salió del ciclón por petición del accionista mayoritario Eduardo Dávila y en contra de la opinión de Méndez quien quería que permaneciera. Luego de una conversación de varios minutos parece estar todo definido y es el más seguro sucesor de Patricio Camps.

Rivera


Posteriormente, Méndez se comunicó con la Agencia de Periodismo Investigativo, API, y expresó su pensamiento, “estoy aburrido, salí a la rueda de prensa porque Camps no aparecía. La situación en Santa Fe está muy difícil, hay mucho problema. No es como hace quince años cuando fui presidente del club, la gente no pedía títulos, ahora sí”.

Y es que, aunque se planteaba que el equipo posee algunos activos como las tiendas o la nueva sede deportiva que está construida en un 80% y que tiene un valor significativo lo que han venido manifestando personas cercanas al dirigente  es que el principal activo, es decir, los jugadores no tienen gran valor económico.

“Los pelados malos y en los mayores no hay nada, cualquiera que llegue se quema con esa nómina”, señaló uno de ellos. Y lo que es peor el club capitalino no tiene dinero, los patrocinios han disminuido y el sector financiero mira de reojo a la hora de prestarle dinero a Santa Fe.

Ahora viene la negociación para rescindir el contrato de Camps que se pactó por un año. Por lo menos, el club tendría que desembolsarle alrededor de 500.000 dólares, aunque para el novato Camps esta no es una cifra tan significativa, si se tiene en cuenta que cuando hizo parte del cuerpo técnico de la Selección Colombia, obtuvo ingresos muy superiores a esa cifra.

jugadores


De igual forma, se sabe que inicialmente, el contrato del nuevo técnico sería hasta diciembre. En cuanto a los jugadores, se viene una purga en razón a que un porcentaje significativo de los contratos tiene una vigencia de hasta seis meses. Dos casos en particular ya están siendo revisados con lupa por Méndez. Son ellos los de Omar Pérez y Luis Manuel Seijas que resultan onerosos para las alicaídas finanzas del club. No obstante, el directivo ya tiene en mente dos refuerzos iniciales para el equipo.

En la segunda semana del mes de abril Camps, quien le ganó el pulso a Hernán Torres y llegó al equipo por el empresario Pascual Lezcano, sonriente apareció en una rueda de prensa al lado del entonces presidente Juan Andrés Carreño y afirmó, “mi ciclo comienza a partir del próximo semestre, este será un proceso de transición, evaluaremos lo que se tiene y de esa manera construir el mejor equipo para que vuelva a ser protagonista”.

El entrenador conocido en Colombia por haber sido parte del proceso con el combinado patrio junto a Pekerman reconoció que precisamente la historia de Santa Fe y su reconocimiento mundial lo convencieron para asumir el reto, “me gustan los equipos aguerridos, ofensivos, me gusta el proyecto de Santa Fe y por eso vine. Me gusta la disciplina y eso será clave en el trabajo”.

No obstante, los tiempos en el fútbol son muy rápidos y cortos y Camps arrancó el semestre con resultados negativos y ahora empaca maletas a Argentina. De seis partidos jugados, perdió cinco y empató uno. “A la hinchada que le puedo decir yo, hay que pedirle perdón, esto duele y cuando uno quiere la camiseta le duele mas”, concluyó Méndez.

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