Tributo a la lealtad: Daniel Samper despide a su compañero canino, Serafín

El columnista y escritor Daniel Samper compartió con sus seguidores la triste noticia del fallecimiento de su querido perro, Serafín. El can, que se ganó el corazón de Samper y de muchos a través de sus redes sociales, partió de manera serena, dejando un vacío palpable en la vida del escritor.

La emotiva despedida fue publicada por Samper en sus plataformas digitales, donde expresó la profunda conexión que tenía con Serafín. El perro, que solía esperarlo al borde de la cama cada mañana, falleció sin alboroto, regalándole a su dueño el último gesto de lealtad al partir a su lado.

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Hace unos días murió mi perro Serafín. Lo encontré al borde de mi cama, donde solía acostarse a la espera de que yo me despertara. Su muerte estuvo libre de estridencias; simplemente se deslizó hacia la quietud total, sin sobresaltos, con el último gesto de… pic.twitter.com/WUKTgWlcWK

— Daniel Samper Ospina (@DanielSamperO) November 26, 2023

Samper compartió su dificultad para asimilar la pérdida repentina de su amigo y la realidad de que nunca más lo verá. Serafín, el guardián de las horas normales, se convirtió en una presencia reconfortante para el escritor, ofreciéndole un amor puro y desinteresado.

La historia de Serafín comenzó en marzo de 2019, cuando Samper y su familia decidieron adoptarlo después de enterarse de que era el perro más rechazado en las jornadas de adopción organizadas por la Unidad de Cuidado Animal de la Alcaldía. Su condición de alopecia canina, una rara calvicie de origen hormonal, lo convertía en el perro que nadie quería. A pesar de su apariencia única y de las dificultades que enfrentó en la calle, Serafín encontró en la familia Samper un hogar lleno de amor.

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El escritor recordó las características que hicieron especial a su amigo peludo: una oreja rota, una piel cubierta de pelos escasos y gruesos, una leve cojera y una mirada llena de ternura y orfandad. Serafín no solo se convirtió en el protagonista de campañas para promover la adopción de perros rechazados, sino que también participó en eventos artísticos y se convirtió en un compañero constante para Samper.

Su fidelidad inquebrantable y su capacidad para convertir cada regreso a casa en una celebración dejaron una huella imborrable en la vida del escritor. La despedida de Samper incluyó palabras de agradecimiento a su querido amigo por todo lo que le brindó. Reconoció que la ausencia de Serafín en la casa es desoladora y que los lugares donde solía descansar ahora son testigos de su ausencia.

En un emotivo cierre, Samper expresó su gratitud por la amistad de Serafín y afirmó que, al menos, pudo enterrarlo con sus propias manos. El perro que representaba la lealtad incondicional y que, como él mismo describió, "vive por siempre en lo que soy".

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