Tensiones entre Gustavo Petro y Álvaro Uribe persisten respecto a Reforma a la salud

Tras el extenso diálogo que se prolongó por más de tres horas la semana pasada entre el presidente Gustavo Petro y el expresidente Álvaro Uribe, no se logró alcanzar un acuerdo crucial sobre la reforma a la salud en el Congreso. Ambos líderes políticos expresaron sus puntos de vista este domingo, destacando las diferencias fundamentales que persisten en este tema.

Gustavo Petro fue el primero en abordar la cuestión a través de un mensaje extenso en sus redes sociales. El presidente señaló que durante la reunión con el Centro Democrático, partido liderado por Uribe, se percató de la poca valoración que tienen hacia el sistema preventivo de centros de atención primaria y los equipos médicos que recorrerán los hogares del país de manera permanente.

La reunión, que tuvo lugar el 22 de noviembre, buscaba consensos de cara al trámite de la reforma a la salud en el legislativo. Según Petro, el Centro Democrático argumentó que el modelo de salud preventiva puede implementarse sin recurrir a cambios legislativos, una postura que no concuerda con la visión del presidente.

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Uribe, en su respuesta este domingo, afirmó que desde el Centro Democrático consideran que la mayor prevención en salud puede lograrse mediante la telemedicina, incluso en lugares remotos con buena conectividad. Aseguró que esta meta no requiere un cambio en la ley y expresó su desacuerdo con la propuesta de crear miles de grupos de promotores, considerándolo un riesgo para el Estado Social.

El Centro Democrático, desde su bancada, enfatizó que, a pesar de que el diálogo fue respetuoso, existen puntos no negociables que los separan del gobierno. La insistencia en que las EPS sigan manejando los recursos de la salud es uno de los puntos clave.

En respuesta, Petro argumentó que la historia de las EPS ha sido de fracasos, con 157 de ellas quebrando y generando una deuda de 23 billones, afectando la red hospitalaria pública y privada. La propuesta del gobierno es que sea el Estado el encargado de girar los recursos directamente a hospitales y clínicas, aplicando un criterio tarifario único y diferenciado por regiones.

A pesar de estos desencuentros, Petro señaló que coincide con el Centro Democrático en aumentar la capacidad del país, tanto pública como privada, en educación en ciencias de la salud y especializaciones, y en evitar la clientelización política de los hospitales públicos.

La reforma a la Salud continuará su debate en la plenaria de la Cámara de Representantes esta semana, marcada por las divergencias persistentes entre las fuerzas políticas clave.

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