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¿Quién fue Jorge Eliecer Gaitán? legado al cumplirse 76 años de su muerte y otros detalles desconocidos
Reseña de un dirigente que dejó huella en la política colombiana pero que fue asesinado.
Este 9 de abril se cumple un año más de la muerte del caudillo liberal Jorge Eliecer Gaitán. Un líder que con el paso del tiempo no solo se extraña sino es referente del ejercicio politico, en momento en que la actividad está permeada por protagonistas carentes de conocimiento, trayectoria, legitimidad y honestidad.
Su origen
Jorge Eliécer Gaitán Ayala, nacido en Bogotá el 23 de enero de 1903 y fallecido en la misma ciudad el 9 de abril de 1948, es una figura emblemática en la historia de Colombia, apodado El Caudillo del Pueblo o El Caudillo Liberal.
Su educación jurídica se consolidó en la Universidad Nacional de Colombia, de donde se graduó con distinción. Su carrera académica fue notable, destacándose como rector de la Universidad Libre de 1936 a 1939, donde también impartió clases de Derecho Penal hasta su muerte.
Trayectoria
En el ámbito político, Gaitán se destacó como un líder carismático y principal figura del Partido Liberal Colombiano.
Su influencia política alcanzó su punto máximo en la década de 1940, período durante el cual ocupó importantes cargos públicos, incluyendo la alcaldía de Bogotá en 1936 y ministerios clave como el de Educación en 1940 y Trabajo en 1944.
Además, fue congresista en múltiples ocasiones y se postuló como candidato presidencial disidente en 1946, para luego convertirse en el líder unánime del liberalismo y candidato oficial a la presidencia para las elecciones de 1950.
Gaitán también fue fundador de medios de comunicación alternativos, como el periódico Jornada, y se ganó la reputación de ser un orador poderoso y defensor de las causas populares, especialmente notorio por su participación en el debate sobre la Masacre de las Bananeras en 1928.
Comisión de la verdad
Su trágico asesinato desencadenó el Bogotazo, un levantamiento popular en Bogotá que se extendió por todo el país, marcando el inicio de un periodo de violencia conocido como La Violencia.
Las teorías sobre su asesinato han evolucionado con el tiempo, abarcando desde la idea de un asesino solitario hasta la posibilidad de una conspiración internacional.
Setenta años después de su muerte, en 2018, la Comisión de la Verdad de Colombia solicitó reabrir la investigación del caso, considerando el asesinato de Gaitán como un posible crimen de lesa humanidad, en un esfuerzo por esclarecer las circunstancias que rodearon este evento trascendental en la historia colombiana.
Los misterios de su nacimiento
La vida de Jorge Eliecer Gaitán está marcada por un halo de misterio desde sus inicios, con discrepancias en las fechas de su nacimiento, registradas el 26 y el 28 de enero de 1903.
A pesar de la controversia, documentos oficiales como su pasaporte y diploma de la Real Universidad de Roma señalan el 26 de enero como la fecha correcta.
Nacido en un contexto de incertidumbre geográfica, con Bogotá y Manta, Cundinamarca, como posibles lugares de origen, Gaitán se crió en un ambiente de modestia y lucha, particularmente en el barrio Egipto de la capital colombiana.
Adversidades
Desde temprana edad, Jorge enfrentó las adversidades económicas de su familia, movilizándose en un entorno social marcado por la pobreza y la solidaridad vecinal.
Bajo la tutela de su madre, maestra de profesión, recibió sus primeras lecciones, que forjaron el carácter resiliente y autodidacta que lo caracterizaría.
Su formación académica, interrumpida por desafíos económicos y sociales, reflejó su tenacidad, culminando en una beca para el Colegio Simón Araujo, a pesar de las barreras financieras impuestas por su situación familiar.
Gaitán no solo se distinguió en el ámbito académico sino también en el político, emergiendo como una figura prominente del liberalismo juvenil.
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Pasos en política
Su participación en la política se inició con el apoyo a Guillermo Valencia en 1918, y continuó con su oposición al presidente Marco Fidel Suárez, contribuyendo a su eventual renuncia en 1921.
Esta faceta de su vida se entrelazó con su rechazo a una embajada en Roma, un gesto que subrayaba su compromiso con la causa nacional sobre oportunidades personales.
En la academia
Su trayectoria universitaria en la Universidad Nacional de Bogotá culminó con una tesis que marcó su identidad intelectual, declarándose socialista y delineando una visión política que, aunque inspirada en el socialismo, distaba de los postulados marxistas tradicionales.
La fundación de la sociedad literaria Rubén Darío y el Centro Liberal Universitario fueron hitos que evidenciaron su liderazgo y su aspiración de moldear un futuro político alineado con sus convicciones profundas de justicia social y equidad.
Inició su viaje académico y político con estudios en la prestigiosa Real Universidad de Roma. Durante su estancia en Italia desde 1924 hasta 1927, no solo alcanzó logros académicos significativos, como su tesis doctoral "El criterio positivo de la premeditación" que obtuvo la distinción Magna Cum Laude, sino que también se sumergió en el ambiente político y cultural europeo.
Su hermano Manuel José fue un pilar fundamental en este período, apoyándolo en sus empeños académicos y profesionales. La influencia de destacadas personalidades como Enrico Ferri marcó su pensamiento y oratoria, infundiéndole un estilo dinámico y apasionado que más tarde caracterizaría su carrera.
Derechos de los trabajadores
A su regreso a Colombia en 1928, Gaitán no tardó en dejar su huella en el ámbito legal y político. Su designación como congresista marcó el comienzo de una serie de acciones audaces y comprometidas con la justicia social.
Se destacó particularmente por su defensa vehemente de los derechos de los trabajadores durante el infame episodio de la "Masacre de las bananeras" en 1929, donde su papel en el debate de control en el Congreso puso en evidencia las injusticias sufridas por los obreros de la United Fruit Company.
Este acto valiente y su firme posición en contra de las desigualdades le granjearon la admiración y el respeto de muchos, consagrándolo como "Tribuno del Pueblo".
Su carrera política continuó en ascenso, siendo electo representante a la cámara en 1929 y posteriormente presidente de la Cámara de Representantes en 1931.
Paralelamente, Gaitán se desempeñó como catedrático de Derecho Penal en la Universidad Nacional de Colombia, donde influenció a generaciones de estudiantes con sus ideales de justicia y equidad. Además, jugó un papel crucial en la diplomacia nacional, abordando temas tan delicados como la disputa limítrofe con Perú en 1933.
Portavoz de los marginados
Gaitán se erigió como portavoz de la clase media y de los marginados, utilizando su elocuencia para unir a los colombianos en torno a un ideal común.
Su crítica al orden "convivialista" y su lucha contra la oligarquía que dominaba los espacios políticos del país, mostraron su compromiso con un cambio social profundo, resonando con la aspiración de un país más inclusivo y justo.
Divorcio político
Después de una carrera inicial en el Partido Liberal, Gaitán se separó de esta agrupación en 1933 debido a las concesiones realizadas por el presidente Enrique Olaya Herrera a los conservadores y a la Unión de Fuerzas Colombianas (UFC).
Junto con el abogado Carlos Arango Vélez, fundó el movimiento político Unión Nacional de Izquierda Revolucionaria (UNIR) y su periódico "El Unirismo", donde abogó por una reforma agraria y defendió los intereses de los sectores más marginados de la sociedad.
A pesar de su cercanía con los comunistas, Gaitán no adoptó sus postulados anticapitalistas. Tras el fracaso electoral de UNIR en 1935, Gaitán regresó al Partido Liberal, donde continuó su lucha por las reformas sociales y la defensa de los derechos humanos.
Alcalde de Bogotá
En 1936, fue nombrado Alcalde de Bogotá por el gobernador de Cundinamarca, Parmenio Cárdenas. Durante su breve mandato, Gaitán implementó una serie de reformas sociales y culturales destinadas a mejorar la calidad de vida de los habitantes de la ciudad.
Promovió la municipalización de los servicios públicos, estableció comedores escolares y fomentó la actividad física a través de jornadas deportivas.
Además, Gaitán apoyó activamente la cultura en Bogotá, organizando conciertos gratuitos, creando bibliotecas móviles y promoviendo la lectura entre los más jóvenes.
Su iniciativa más destacada fue la creación de la Feria del Libro de Bogotá en 1936, que se convirtió en un evento anual de renombre internacional.
Las controversias
Sin embargo, su gestión no estuvo exenta de controversias. Sus medidas para embellecer la ciudad, como obligar a los propietarios de inmuebles a pintar las fachadas de los edificios, generaron críticas y lo acusaron de adoptar prácticas autoritarias. También se enfrentó a oposición por su intento de regularizar el baño público y uniformar a ciertos grupos laborales.
Finalmente, Gaitán fue destituido de su cargo como alcalde en febrero de 1937, después de enfrentarse a un paro de los lustrabotas y conductores de taxis. Se rumorea que su destitución fue promovida por sectores conservadores y moderados del liberalismo, que veían en Gaitán una amenaza a sus intereses políticos.
A pesar de su destitución, Gaitán continuó su carrera política, apoyando la candidatura presidencial de Darío Echandía en 1937. Sin embargo, su influencia política se vio eclipsada por el ascenso del periodista Eduardo Santos Montejo, quien obtuvo la victoria en las elecciones presidenciales.
Ministro de Educación
Su nombramiento como Ministro de Educación en 1940 por el presidente Santos marcó el inicio de una serie de reformas significativas en el sistema educativo colombiano. Durante su mandato, implementó programas de alfabetización a nivel nacional, introdujo el calzado escolar gratuito y promovió iniciativas culturales como el cine educativo ambulante y el Salón Nacional de Artistas.
Sin embargo, su camino político estuvo marcado por desafíos y controversias. A pesar de sus esfuerzos por impulsar reformas laborales y mejorar las condiciones de los trabajadores como Ministro de Trabajo, Higiene y Previsión Social en 1943, sus propuestas fueron vetadas por el Congreso en más de una ocasión.
La división dentro del Partido Liberal en las elecciones de 1946 lo llevó a enfrentarse a la facción oficialista del partido, liderada por Gabriel Turbay, con su propia candidatura respaldada por los sectores populares y de izquierda. A pesar de su popularidad y el apoyo de las masas, la victoria en las elecciones eludió a Gaitán, permitiendo la llegada al poder del conservador Mariano Ospina Pérez.
La masacre de liberales a manos de conservadores en 1948 desató una ola de protestas lideradas por Gaitán, quien organizó marchas masivas en demanda de justicia y paz. Su influencia en la política colombiana fue tal que fue proclamado jefe único del Partido Liberal en octubre de 1947, tras la muerte de Eduardo Santos.
Detalles de su asesinato
Un día antes de su trágico asesinato el 8 de abril de 1948, presentó su última defensa judicial, buscando la absolución del teniente conservador Jesús María Cortés, acusado del asesinato de Eudoro Galarza Ossa, el primer periodista en ejercicio en Colombia.
Gaitán, apasionado y elocuente, argumentó que el oficial había actuado en legítima defensa de su honor mancillado, logrando así la absolución de su cliente en un acto que marcaría su despedida como penalista.
El fatídico día de su muerte, Gaitán se encontraba en el edificio Agustín Nieto, su lugar de trabajo, desde donde se dirigió al Hotel Continental para almorzar con amigos y luego sostener varias reuniones programadas.
Entre las citas pendientes figuraban encuentros con el joven líder estudiantil cubano Fidel Castro y el político venezolano Rómulo Betancourt, evidenciando su influencia y alcance político en la región.
Sin embargo, su destino se vio truncado por un hombre, posiblemente Juan Roa Sierra, quien lo aguardaba a las afueras del edificio y le disparó mortalmente. Trasladado de urgencia a la Clínica Central, Gaitán falleció poco después, dejando tras de sí un vacío político y social que desencadenaría una serie de eventos que marcarían la historia de Colombia.
Repudio y El Bogotazo
El asesinato desató una ola de furia popular conocida como "El Bogotazo", que se extendió por las calles de Bogotá y más allá, dejando un saldo devastador de edificaciones destruidas y vidas perdidas. La respuesta gubernamental fue implacable, desencadenando represión y violencia en un intento por contener la agitación social.
El impacto del magnicidio de Gaitán trascendió las fronteras de la capital, extendiéndose a otras ciudades importantes como Zipaquirá y Barrancabermeja, donde la situación se prolongó durante semanas, alimentada por la profunda conexión que Gaitán mantenía con sus seguidores.
Tras su muerte, Colombia se sumergió en un periodo de violencia bipartidista conocido como La Violencia, caracterizado por masacres y enfrentamientos entre conservadores y liberales.
El asesinato de Gaitán se convirtió en un punto de inflexión en la historia del país, marcando el inicio de una etapa oscura y convulsa que dejaría una profunda huella en la sociedad colombiana durante los siguientes años.
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