Tragedia de nunca acabar: muere niño indígena Wayuu por desnutrición en La Guajira

En un trágico suceso que resalta la grave situación humanitaria en el departamento de La Guajira, un niño Wayuu de apenas ocho meses de edad falleció debido a complicaciones asociadas con desnutrición aguda. 

Este lamentable evento tuvo lugar en el hospital Nuestra Señora de los Remedios en Riohacha, donde el menor había sido ingresado por sus padres, provenientes de una zona rural cercana al corregimiento Mayapo en Manaure.

El pequeño, cuya identidad se mantiene en reserva, había sido admitido en el centro asistencial el 17 de abril. A pesar de los esfuerzos del equipo médico, que le suministró el tratamiento necesario para combatir su estado crítico, el niño falleció la noche del domingo, confirmando una vez más la dura realidad que enfrentan los niños menores de cinco años en esta región.

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El Dr. Cristian Brito, gerente del hospital, expresó su preocupación y compromiso con la situación. Informó que el equipo de salud del hospital está realizando un análisis exhaustivo del caso y se comprometió a presentar un informe detallado en los próximos días. 

Este documento buscará ofrecer claridad sobre las circunstancias del fallecimiento y plantear estrategias para evitar futuras tragedias.

Según cifras oficiales, hasta la semana 16 del año 2024, La Guajira ha registrado 799 casos de desnutrición en niños de cero a cinco años, lo cual supone un aumento significativo en comparación con el año anterior. 

Uribia, Riohacha, Manaure y otros municipios del norte del departamento presentan la mayor concentración de casos, destacando las precarias condiciones de vida y el limitado acceso a servicios básicos como los principales factores contribuyentes.

La Secretaría de Salud del departamento, junto con varias EPS, ha estado trabajando para mejorar la situación, pero los desafíos persisten. Entre las EPS más afectadas, Anas Wayuu encabeza la lista con 257 casos registrados, seguida por Dusakawi y Cajacopi. Estos datos no solo reflejan la magnitud del problema, sino también la necesidad urgente de una intervención más efectiva y de mayor alcance.

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