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'Wërapara': La historia de seis mujeres trans de la comunidad embera

Significa "no mujeres". Reciben el rechazo de la comunidad por su aspecto físico. Roxana, Marcela, Jaima, Gina, Alexa y Pamela hacen parte del mismo resguardo.

'Wërapara': La historia de seis mujeres trans de la comunidad embera
Por LeidyHernandez | Lun, 04/07/2022 - 07:20 Créditos: Carlos Ortega

El pasado domingo 3 de julio se realizó la marcha del orgullo de la comunidad LGBTI en diferentes zonas de Bogotá. Se trató de la edición 40 que contó con Monsieur Periné y una velatón en la Plaza de Bolívar.

Entre las actividades por la celebración del día, se proyectó “Wërapara”, un documental que cuenta la historia de seis mujeres embera trans. 'Wërapara', es una palabra que en embera significa las "no mujeres". 

La película se proyectó en la Fundación Gilberto Alzate Avendaño, en el centro de Bogotá donde se conocieron las historias de Marcela, Jaima, Gina, Alexa y Pamela, mujeres trans del mismo resguardo.

 

Desde el territorio, donde siembran, cultivan y cosechan café; fabrican artesanías, cuidan sus hogares y honran su territorio y cultura ancestral, las mujeres conforman un grupo trans de la comunidad Emberá Chami ubicada en el resguardo indígena Karmata Rua.

La directora colombiana Claudia Fischer estrenó el documental y explicó que, si en Colombia apenas el 1,2 % de la población se declara abiertamente LGTBI, según una encuesta del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), los indígenas LGTBI son “una minoría dentro de una minoría”.

Bajo el panorama, en entrevista para la Agencia EFE, Roxana Panchí, contó que “Ser trans indígena en la comunidad a veces me da pena”. La mujer explicó que desde su comunidad ha recibido un rechazo por querer cambiar su aspecto físico.

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Mujeres indígenas tras que contaron su historia / Redes sociales

 

“Uno ve en nuestra sociedad que para salir del clóset a veces hay dificultades mucho mayores que las que han tenido de ellas”, le dijo Fischer a EFE.

Por su parte, Roxana contó que antes era “una de esas que, dicho vulgarmente, me dejaba montarme de cualquiera”, una “bobita”. Si le pegaban -dice- se quedaba quieta. Si le gritaban, no respondía. Pero eso cambió, y con el resto de sus compañeras aprendió a responder a los otros niños de su colegio, quienes le gritaban “maricón”.

“Me gustaría ser mujer mujer, me cambiaría, me pondría senos, pero las cosas de la naturaleza son así y hay que aceptarlas”, confesó Roxana.

Frente a la situación de cada una de las mujeres, la directora del documental señaló que "Este primer evento es un homenaje a la diversidad y es muy relevante hacerlo en FUGA, que nos brinda el espacio para conectarnos y volver a trazar las redes que se pueden tejer para crear nuevos equilibrios".

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