En Olaya Herrera en Nariño no cesa la guerra entre grupos armados ilegales

El municipio de Olaya Herrera en Nariño, conocido por su centro urbano Bocas de Satinga, ha sido escenario de recientes enfrentamientos entre facciones de grupos armados no estatales. 

Estos enfrentamientos se han desencadenado principalmente en zonas rurales y urbanas del municipio, generando una oleada de desplazamientos forzados entre la población local.

Según informes, los conflictos se deben a disputas entre facciones disidentes de las Farc, quienes buscan establecer su dominio en la región. La contienda entre estos grupos se centra en el control de actividades ilegales, como la explotación de cultivos ilícitos y la minería no regulada. Esta situación ha exacerbado la violencia en la zona, impactando de manera directa a las comunidades locales.

Benildo Estupiñán, Secretario de Gobierno de Nariño, confirmó los sucesos y expresó su preocupación por el bienestar de los habitantes de Olaya Herrera. Reveló que aproximadamente 500 familias han sido desplazadas de sus hogares cercanos a Bocas de Satinga, principalmente aquellas vinculadas a la industria maderera. 

Estupiñán estima que el número total de afectados podría ascender a entre 1.000 y 1.200 personas. Además, anunció la convocatoria de un Comité de Justicia Transicional para verificar estas cifras y abordar la crisis.

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La escalada de violencia representa un cambio significativo en la dinámica de seguridad de la región, que había experimentado un periodo de calma desde el cese al fuego del año anterior. 

La reactivación de las hostilidades se atribuye al incremento de disputas por negocios ilegales. Se identifica a las facciones en conflicto como partes de disidencias de las FARC, operando en distintas áreas del Pacífico sur de Nariño.

Las autoridades locales han solicitado la intervención de los organismos de seguridad para esclarecer los hechos y controlar la situación. El Secretario de Gobierno de Nariño hizo un llamado a los grupos armados para cesar los enfrentamientos, destacando la vulnerabilidad y las difíciles condiciones que enfrentan las comunidades en la región. 

Las autoridades esperan que la intervención ayude a restablecer la paz y la seguridad en la zona, mitigando el impacto de la violencia en la vida de los habitantes.

Este recrudecimiento del conflicto armado en Olaya Herrera es un recordatorio de los desafíos continuos que enfrenta Colombia en su esfuerzo por lograr una paz duradera y estable en regiones afectadas por grupos armados y actividades ilegales.

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