El convicto y ‘Estafador de Tinder’ colombiano

El Estafador de Tinder, una de las recientes historias de Netflix, causó revuelo mundial. Se ubica en el top 10 de las más vistas y es una película basada en la vida real de un presunto magnate con una vida de lujo que seducía a mujeres por internet para robarles millones de dólares.

La historia basada en la vida real de tres mujeres víctimas de Simon Leviev superó la ficción para miles de espectadores y llevó incluso a conocer la historia del que sería el ‘Estafador de Tinder’ colombiano.

Se trata de un reo que intenta engañar a mujeres con fotos falsas y usando diferentes nombres desde la cárcel Las Heliconias, ubicada en Florencia, Caquetá. La situación fue dada a conocer por medio de Twitter por una mujer que estuvo a punto de ser su víctima.

Carolina Marín, quien se describe como pastelera e ‘ingeniera muy Manizaleña’ denunció al que sería el estafador de la red social en Colombia. Sin conocer cuántas personas más han sido víctimas del hombre, la denunciante dio a conocer su modus operandi.

Por medio de su cuenta @Hiada dijo que hizo ‘match’ en Tinder con un hombre llamado Juan Fernando. Un supuesto paisa ganadero que tenía en su perfil fotografías de viajes y con animales. De allí, surgió una conversación que pasó a WhatsApp.

En la red social, la mujer confirmó que duró hablando con el hombre durante dos semanas. Se llaman todas las noches, hablaban todo el día y el saludo diario era a las cinco de la mañana. Luego de la confianza que generó el diálogo, Carolina dio a conocer que Juan Fernando planeó un viaje para ir a verla a Manizales.

Sin embargo, en medio del viaje que supuestamente partiría desde Medellín, llamó a la mujer y le manifestó que estaba inmovilizado en un retén del Ejército. La situación empezó a generar sospecha en Carolina, pues Juan Fernando “Llamó 6 veces a contar el drama antes de hacer la llamada en la que me pidió el dinero”.

La estrategia para lograr que la mujer enviara el dinero fue que supuestamente habían encontrado el arma del agregado en su camioneta. Así las cosas, el porte ilegal de armas le daría de 9 - 12años de cárcel. Ante la situación, le habría pedido tres millones de pesos para dejarlo libre.

Sin embargo, el supuesto paisa ganadero dijo a su víctima que solo llevaba 2′125.000. Entonces, “un resumen ejecutivo del trabajo de 2 semanas para tratar de ganar $875.000″, concluyó Carolina.

Al momento de pedir una cantidad de dinero, la mujer le respondió que “no caería en su estafa” teniendo como respuesta la terminación de la llamada y una hora más tarde un mensaje que decía: “acá tiene la ubicación que quería”.

El supuesto ganadero paisa envió una ubicación que, al ser rastreada por la mujer, indicaba que se encontraba cerca al centro penitenciario Las Heliconias en Florencia. Por lo que concluyó: “No me sorprende que haya estado hablando por dos semanas con un convicto”.

Tras el envío de la ubicación, el sujeto la bloqueó en WhatsApp y tras la denuncia pública se conoció que estaba utilizando fotos falsas, de un usuario que a su vez denunció la situación ante las autoridades.

Cabe resaltar que las fotografías de la cuenta utilizada para la estafa fueron robadas del Instagram de Damian Manco, un barranquillero y médico veterinario y zootecnista. El perfil fue utilizado para cometer el engaño en Tinder y Badoo. Y aunque en el caso de Carolina, no le alcanzó a robar dinero, sí le hizo “perder la dignidad”.

Carolina, además, manifestó que hay mujeres que han sido víctimas e incluso han perdido su dinero; sin embargo, no hacen la denuncia públicamente ni denuncian la situación “porque hay personas muy poco empáticas con las víctimas”.

Entre tanto, dio a conocer que el número por el que se comunica el hoy conocido como ‘El estafador de Tinder’ colombiano es +57 (313) 323-4934 y alertó a las mujeres sobre la situación. En medio de la denuncia expresó:

“Queda ser precavidos a la hora de conocer gente por cualquier red social, estar atento a las red flags y recordar que el hecho de ser honesto no es garantía de que los demás lo sean”.

Tras los hechos, la mujer intentó poner una denuncia en la Policía, pero fue imposible. En la página de la Institución y tras escribir 4.000 caracteres “la página arrojó un error”. Por su parte, Damian, víctima del uso de sus fotografías para la estafa, denunció el caso ante las autoridades por suplantación.

Es de resaltar que durante el 2020 y debido a la pandemia del Covid-19, los datos de la Dijín demostraron que la suplantación de identidad creció 409%. Mientras en 2019 hubo alrededor de 300 casos de este tipo en 2020 la cifra se disparó a 1.527 reportes.

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