Controversia en Rivera, Huila por cierre de termales

En un conflicto que lleva 12 años en el centro de atención, el procurador Ambiental y Agrario del Huila, Álvaro Hernando Cardona, ha reafirmado su firme posición respecto a la acción popular que busca la suspensión de las actividades turísticas en la zona de termales en Rivera, Huila. 

A pesar de las amenazas y solicitudes de nulidad, Cardona insiste en la necesidad de proteger tanto el medio ambiente como la vida de turistas y residentes ante posibles avalanchas, tal como advirtieron estudios técnicos.

La controversia se originó en 2011 cuando la corporación OSSO, la CAM y Cormagdalena alertaron sobre los riesgos debido a la inestabilidad de los terrenos cercanos a las cuencas hidrográficas y la posibilidad de desastres. 

Un informe técnico elaborado por expertos de estas instituciones en ese momento reveló una alta probabilidad de inundaciones y avalanchas en la zona de termales, además de una predisposición de las infraestructuras turísticas a enfrentar dichas amenazas.

Los registros históricos confirman la ocurrencia de procesos similares desde la década de 1950, relacionados con intensas lluvias y las fallas geológicas en el piedemonte de la cordillera. 

Además, se señala que la construcción de edificaciones invasoras en la vereda El Salado agravó la situación, ya que no contaban con sistemas adecuados de tratamiento de aguas residuales.

El informe técnico también destacó amenazas como deslizamientos, inundaciones, erosión de orillas y cambios de cursos de las quebradas, lo que pone en riesgo vidas y bienes en el área de Termales. 

Eventos catastróficos, como la avalancha del 7 de diciembre de 2003 y las avenidas torrenciales en diciembre de 2010, afectaron gravemente las instalaciones turísticas.

La Procuraduría insiste en que la zona es de alta inestabilidad geológica, atraviesa una falla geológica y presenta riesgos latentes, lo que justifica su compromiso con la suspensión de actividades turísticas y la remoción de infraestructuras en la zona de ronda protectora de las fuentes hídricas.

Ante la impugnación de la sentencia por parte de algunos actores, la pregunta sobre la modulación de la decisión surge, pero el procurador ambiental sostiene que no hay marcha atrás en la protección de la vida humana y la salubridad, aunque se reconoce el impacto turístico y económico que esta medida conlleva.

La sentencia también ordena la elaboración y puesta en funcionamiento del Plan de Ordenamiento y Manejo de la Cuenca Hidrográfica (POMCA) en las tres quebradas afectadas y el acotamiento de las rondas hídricas. 

Se busca adoptar un Plan de Manejo Ambiental aguas arriba de la quebrada Agua Caliente en un horizonte de diez años, lo que incluye definir el área de la ronda hídrica y la zona protegida.

En resumen, la polémica sobre las actividades turísticas en Termales en Rivera, Huila, persiste después de 12 años. El procurador Ambiental insiste en la suspensión de estas actividades debido a los riesgos ambientales y la amenaza a la vida humana. 

Aunque se considera el impacto económico, la protección prevalece, y se trabajará en planes de manejo ambiental y ordenamiento de la cuenca hidrográfica para garantizar la seguridad de la zona.

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