Contradicciones de mujer acompañante de senador Alex Flórez y su testimonio

Una mujer no identificada es la nueva protagonista del escándalo del fin de semana cuando Alex Flórez, senador del Pacto Histórico, increpó y maltrató verbalmente a los agentes de Policía del CAI de Bocagrande que impidieron su acceso en compañía de la joven al hotel Caribe en Cartagena.

La dama aseguró en declaraciones a Noticias RCN que fue abordada por el congresista en la Torre del Reloj, tradicional sitio de La Heroica, en donde acordaron sus servicios de dama de compañía.

De allí, partieron en un vehículo hasta las instalaciones del hotel Caribe en la madrugada del viernes 2 de septiembre, en donde Flórez, en estado de embriaguez, que posteriormente reconoció en un video y donde ofreció excusas, se presentó en el establecimiento hotelero, donde no se le permitió el ingreso a la dama y enfrentó a los policiales llamados por el hotel.

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Sin embargo, aunque la joven aseguró que fue abordada por el congresista, que es menor de edad y mostró una supuesta cédula, este domingo Flórez dio una versión diferente de cómo conoció a la mujer.

Según el parlamentario, la contactó en una discoteca, en declaraciones posteriores al hecho. Descartando de plano lo que la acompañante aseguró en la últimas horas sobre el encuentro en la Torre del Reloj.

Otro elemento que se indaga por parte de las autoridades es el tipo de bar en el que aparentemente se conocieron, primero por el tipo de zona en donde está ubicado con riesgos de seguridad para un congresista y otro asunto es la hora de cierre del establecimiento.

A este factor se cuestiona porque la mujer, como lo hacen muchas damas de compañía en la zona, promocionan y acuerdan sus servicios directamente en la calle, y en la mayoría de los casos en algunos establecimientos no es permitido su ingreso, al considerarlas "callejeras".

De igual forma, se tienen dudas sobre la joven y su repentino testimonio, ya que dio su versión al referido medio de comunicación casi con monosílabos y entregando muy poca información a la periodista, que incluso en edición se tuvo que hacer varios cortes para hacer más coherente y claro el relato.

A este factor, se suma que ayer en las horas de la tarde tras el escándalo el senador Flórez fue personalmente al CAI de Bocagrande a presentar excusas por los hechos y pocas horas después apareció la mujer que todos buscaban.

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Se indaga además si el senador habló con altos mandos de la institución para impedir mayores detalles de lo sucedido y acciones legales por parte de los uniformados.

También, la minuta o libro del registro del CAI, o libro de población como se llama oficialmente, revelado en las últimas horas por la periodista Darcy Quinn, da cuenta al detalle en dos páginas, de los hechos y el proceder del parlamentario ante los policías y los funcionarios del hotel.

Por su parte, un alto funcionario de la justicia quien pidió el anonimato, le aseguró a esta Agencia, en cuanto a la situación jurídica del congresista que: “si el hecho hace referencia a la afectación del patrimonio moral de los miembros de la Policía es un asunto querellable”.

El jurista precisó que si el presunto delito es de violencia contra empleado oficial, la indagación se asume de oficio, pero depende en gran parte de la versión que cuenten los policías. 

Además puntualizó que todo “podría cambiar si, por ejemplo, la menor dijera que le había pagado e incluso que le había prometido pagarle o que solo le había solicitado sexo por dinero”, cosa que por ahora con el testimonio de la mujer quedaría descartado. 

Lo cierto es que no es la primera vez que el ahora parlamentario presenta estos comportamientos. En varias ocasiones anteriores fue evidenciado con actos reprochables, especialmente en la ciudad de Medellín.

Aunque parecía que el caso estaba por terminarse, las evidencias muestran otra cosa. Aparecen las primeras contradicciones, una mujer con un relato poco claro y la certeza de que hay mucha tela que cortar en el incidente del senador que buscó una dama de compañía para rematar una jornada de rumba en Cartagena.