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Tribunal Penal Internacional señala al régimen chavista por crímenes de lesa humanidad en Venezuela

El organismo detalló las torturas a las que han sido sometidas varias personas contrarias a Nicolás Maduro. Testimonios de 8.900 víctimas.

Tribunal Penal Internacional
Por Agencia Periodismo Investigativo | Dom, 23/04/2023 - 10:15 Créditos: UNI Global

El régimen chavista en Venezuela ha sido señalado por el Tribunal Penal Internacional (TPI) por crímenes de lesa humanidad, entre los cuales destacan las torturas y muertes de detenidos en sus cárceles. 

El viernes pasado, la Sección para la Participación de las Víctimas y las Reparaciones del TPI publicó testimonios de 8.900 víctimas venezolanas, 630 familias y dos organizaciones que detallan el horror sistemático que han sufrido los detenidos y perseguidos en el país, según informó el diario El Mundo de España.

Este paso marca un hito en el proceso contra la élite de la revolución bolivariana, y coincide con el "suicidio" de un dirigente revolucionario detenido, Leoner Azuaje.

Según fuentes cercanas, Azuaje presidía la empresa Cartones de Venezuela y era un miembro de confianza del exministro de Presidencia, Hugo Cabezas, quien también se encuentra detenido. 

El "suicidio" de Azuaje ha levantado sospechas, ya que su muerte ocurrió en las cárceles del régimen chavista, donde se han documentado casos de torturas y ejecuciones extrajudiciales.

Entre las torturas descritas en los testimonios del TPI se encuentran las macabras prácticas de arrancar las uñas de las manos y de los pies con tenazas, asfixiar a los detenidos con bolsas de plástico que contienen insecticidas, aplicar descargas eléctricas en los genitales y partes íntimas, golpear todo el cuerpo con toallas mojadas, y obligar a los detenidos a bañarse en orines y excrementos. 

Incluso se ha reportado el uso de perros Rottweiler amaestrados por los agentes para morder en zonas íntimas de los detenidos.

Estos horrores han sido denunciados por organizaciones de derechos humanos, quienes han instado a la comunidad internacional a tomar medidas para poner fin a la situación en Venezuela. 

Aunque el régimen chavista ha negado estas acusaciones y ha tildado las investigaciones del TPI como una "maniobra política" para desprestigiar al gobierno, la gravedad de las denuncias y testimonios no pueden ser ignorados.

Y es que la purga anticorrupción en el seno del chavismo ha llevado a cabo más de 60 detenciones de dirigentes, militares, empresarios boliburgueses y jueces. 

La operación ha causado también la caída del todopoderoso zar del petróleo, Tareck El Aissami, cuyo paradero se desconoce desde que anunció su dimisión en las redes sociales hace un mes.

Sin embargo, la purga no ha estado exenta de controversia, ya que ha vulnerado el debido proceso, las garantías y la presunción de inocencia, según la organización de derechos humanos Provea. 

Además, ha habido casos de sospechosas muertes y torturas constantes en los centros de detención del chavismo, tal como han denunciado distintos organismos de Naciones Unidas.

Uno de los casos más recientes es la sospechosa muerte de Azuaje mientras estaba en manos del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin). 

Según el fiscal chavista Tarek William Saab, el dirigente murió asfixiado por ahorcamiento en la habitación donde estaba recluido. Sin embargo, fuentes vinculadas al Sebin mantienen que Azuaje se colgó de un tubo del cableado eléctrico con la ayuda de una cuerda confeccionada con una sábana y una manta.

Este caso ha provocado aún más controversia en una operación en la que se han denunciado vulneraciones de derechos humanos y violaciones al debido proceso. Además, otras víctimas mortales de las prácticas de tortura en los centros de detención del chavismo incluyen al concejal opositor Fernando Albán y al capitán de Marina Rafael Acosta. Ambos fallecieron en 2018 y 2019, respectivamente, como resultado de las torturas a las que fueron sometidos.

Estos referentes  de violencia y vulneraciones de derechos humanos llegan en un momento delicado para el presidente Maduro, quien todavía debe presentar una respuesta a la Fiscalía del Tribunal Penal Internacional y enfrenta una creciente presión internacional. Además, su aliado Gustavo Petro ha organizado una conferencia en Bogotá con el objetivo de aliviar esta presión.

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