Paul Auster, novelista de la Trilogía de Nueva York, fallece a los 77 años

Paul Auster, cuya obra definió el paisaje literario contemporáneo con historias enraizadas en las complejidades de la identidad y la realidad, falleció el pasado martes en su casa en Brooklyn debido a complicaciones de un cáncer de pulmón, a la edad de 77 años.

Nacido en 1947 en Newark, Nueva Jersey, en el seno de una familia judía de ascendencia austríaca, Auster encontró en Brooklyn no solo un hogar sino también el escenario perfecto para muchas de sus obras más renombradas. A lo largo de las décadas de 1980 y 1990, se destacó por novelas que entrelazan la ficción, la realidad y la autobiografía, capturando la imaginación de lectores a nivel global.

Educado en la Universidad de Columbia, Auster fue parte activa de las protestas contra la guerra de Vietnam en 1968. Posteriormente, se trasladó a París, donde vivió varios años alcanzando un estatus casi de celebridad antes de regresar a Nueva York para comenzar su carrera literaria.

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Su primer gran éxito llegó en 1982 con “La invención de la soledad”, seguido de la aclamada "Trilogía de Nueva York", que incluye "Ciudad de cristal", "Fantasmas" y "La habitación cerrada". Su obra, que también abarca poesía, relatos, ensayos y guiones, ha sido traducida a más de 40 idiomas, estableciendo a Auster como una figura clave en la literatura moderna.

En 2023, Auster publicó "Baumgartner", una novela que explora el dolor, la memoria y el azar a través de los ojos de un profesor de Filosofía que lucha con la pérdida de su gran amor. Este libro es testimonio del continuo compromiso del autor con los temas profundos que caracterizan su obra.

La vida de Auster también estuvo marcada por eventos trágicos, incluyendo la reciente muerte de su hijo Daniel, quien enfrentó acusaciones legales antes de su fallecimiento por sobredosis.

Reconocido internacionalmente, en 2006, Auster fue galardonado con el prestigioso Premio Príncipe de Asturias de las Letras, un momento que él mismo describió como un diálogo continuo con lectores que nunca vería pero que siempre estarían presentes en su mente y obra.

Paul Auster deja detrás una esposa, una hija y un nieto, además de un legado literario que seguirá provocando la reflexión de sus lectores por generaciones. 

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