Obispos en contra de la bendición a parejas homosexuales aprobada por el Papa Francisco

Como un acontecimiento histórico, el papa Francisco ha abierto la puerta a la bendición de parejas del mismo sexo o en situaciones consideradas "irregulares", desencadenando una serie de reacciones dentro de la Iglesia católica a nivel global.

Reacciones contrarias sobre la bendición a parejas homosexuales

Las conferencias episcopales de numerosos países han acogido con satisfacción esta apertura, considerándola un paso hacia la inclusión y la comprensión pastoral. Sin embargo, sectores más conservadores han criticado la medida, evidenciando divisiones ideológicas en la Iglesia.

La Congregación para la Doctrina de la Fe emitió la declaración 'Fiducia Supplicans', respaldando la posibilidad de bendecir parejas en situaciones irregulares y del mismo sexo, sin alterar la enseñanza perenne de la Iglesia sobre el matrimonio. Esta declaración ha avivado el debate sobre la interpretación del magisterio y la postura papal en asuntos de moralidad.

El cardenal Gerhard Ludwig Müller, ex prefecto de la Doctrina de la Fe, ha expresado su total contrariedad, calificando la bendición de parejas homosexuales como "blasfemia", basándose en la autoridad de la revelación divina según las Sagradas Escrituras.

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Obispos del mundo reaccionan

Las reacciones varían según las regiones. Obispos de Alemania, Suiza, Francia, Inglaterra, Bélgica, Sudáfrica, Canadá y México han expresado satisfacción, considerándolo un gesto positivo de cercanía pastoral. En contraste, obispos africanos, especialmente de Zambia y Malawi, han mostrado rechazo, destacando la persistencia de leyes contra la homosexualidad en algunos países africanos.

La Conferencia Episcopal de México ha aclarado que la declaración 'Fiducia Supplicans' reconoce la tradición pastoral de la Iglesia de impartir bendiciones informales como gestos de acompañamiento.

En Ucrania, los obispos católicos subrayan la necesidad de un llamado a abandonar la vida pecaminosa en parejas homosexuales antes de la bendición, mientras que en Kazajistán, el arzobispo Athanasius Schneider prohíbe la impartición de esta bendición, reservándola para "pecadores sinceramente arrepentidos".

Este acontecimiento representa un punto de inflexión en la postura de la Iglesia católica respecto a las uniones del mismo sexo, generando un intenso debate sobre la interpretación de la doctrina y la adaptación a la diversidad de situaciones en la sociedad contemporánea.

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