La víctima de 19 años del sumergible Titán quería imponer un récord Guinness

Suleman Dawood, el audaz adolescente de 19 años e hijo del multimillonario Shahzada Dawood, se encontraba a punto de dejar su huella en la historia al intentar batir el récord de resolver el famoso Cubo de Rubik en las profundidades abisales del océano. Sin embargo, su anhelado desafío de completar el puzzle a 3.700 metros bajo el mar, a bordo del sumergible Titán, culminó en una tragedia de proporciones épicas.

El joven prodigio, que dedicaba parte de su vida a perfeccionar la técnica para resolver este rompecabezas en tan solo 12 segundos, había propuesto su hazaña al libro Guinness. Sus intenciones no pasaban desapercibidas. Cada movimiento de los dedos, cada giro del cubo, parecía un ballet calculado y practicado hasta la perfección, dejando atónitos a quienes tenían la fortuna de presenciar su destreza.

Christine Dawood, su madre, recordaba cómo su hijo llevaba siempre su Cubo de Rubik a todas partes, como un amuleto que representaba su determinación inquebrantable. Así, Suleman se preparaba para enfrentar el desafío, en el lugar más inhóspito y desafiante posible: las profundidades del océano, a bordo del Titán.

La ambición de Suleman no era un sueño solitario. Su padre, Shahzada, se encontraba en el sumergible junto a él, llevando consigo una cámara con la intención de inmortalizar el momento histórico. Esta hazaña era una empresa familiar, un sueño compartido que unía a la familia Dawood con un hilo de esperanza y determinación.

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No obstante, el sueño se convirtió en pesadilla cuando se perdieron las comunicaciones con el sumergible Titán. Christine y su hija Alina se encontraban a bordo del Polar Prince, el buque de apoyo del sumergible, y fueron las primeras en recibir la devastadora noticia.

En una emotiva entrevista tras la tragedia, Christine reveló que originalmente se suponía que ella debía acompañar a su esposo en la expedición submarina. Sin embargo, decidió ceder su lugar para que su hijo pudiera llevar a cabo su pasión por el Cubo de Rubik en el lugar más desafiante posible.

La madre recordó: "Estaba muy feliz por ellos porque realmente querían ver los restos del Titanic". Su expresión reflejaba el orgullo y el dolor de una madre que había visto a su hijo perseguir un sueño, solo para tenerlo arrebatado en un abrir y cerrar de ojos.

La tragedia no solo golpeó a la familia Dawood, sino también a la comunidad internacional. Además de Suleman y Shahzada, otras tres personas perdieron la vida en el fatídico incidente: Stockton Rush, CEO de OceanGate, propietario del sumergible; el empresario británico Hamish Harding y el destacado explorador francés Paul-Henry Nargeolet.

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