La ejecución de un recluso en Alabama con nitrógeno causa preocupación en la Casa Blanca

El Gobierno de los Estados Unidos, liderado por Joe Biden, ha expresado su inquietud tras la ejecución de Eugene Smith en el estado de Alabama utilizando gas nitrógeno, un método inédito hasta el momento. 

La portavoz del Gobierno, Karine Jean-Piere, hizo declaraciones durante una rueda de prensa, señalando que están "profundamente preocupados por lo que escuchamos sobre la muerte de Smith". 

Además, el presidente Biden ha expresado sus dudas acerca de la aplicación de la pena de muerte y su congruencia con los valores nacionales.

Biden, desde su asunción en 2021, había emitido una orden que prohibía al Gobierno federal llevar a cabo ejecuciones, aunque esta medida no afecta a nivel estatal.

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Eugene Smith, condenado por el asesinato de una mujer por encargo en 1988, fue declarado muerto a las 20:25 hora local tras inhalar gas nitrógeno a través de una máscara, privándose de oxígeno. 

Sus últimas palabras, pronunciadas ya con la máscara puesta, fueron: "Esta noche Alabama hace que la humanidad dé un paso atrás. Gracias por apoyarme. Los amo a todos".

Testigos presenciales de la ejecución relataron que Smith se retorció durante un par de minutos después de que comenzara el flujo de gas, y luego mostró signos de dificultad respiratoria durante varios minutos adicionales.

Minutos antes de la ejecución, la Corte Suprema de Estados Unidos rechazó el último recurso presentado por la defensa de Smith por seis votos a tres, autorizando así el procedimiento.

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Alabama optó por la asfixia con gas nitrógeno como método de ejecución debido a las dificultades que han enfrentado los estados que aún utilizan la pena de muerte para adquirir fármacos letales, ya que muchas farmacéuticas se niegan a proporcionarlos con ese fin.

Otros estados están observando de cerca esta ejecución en Alabama con la intención de adoptar también el método de asfixia con nitrógeno. Oklahoma y Misisipí han aprobado este método, aunque aún no han desarrollado un protocolo para su uso ni han construido las instalaciones necesarias.

Desde que la Corte Suprema reintrodujo la pena de muerte en 1976, un total de 1.583 reclusos han sido ejecutados en Estados Unidos, 73 de ellos en Alabama.

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