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Desafíos menstruales en Gaza: Mujeres luchan contra la escasez durante la guerra
Mujeres en Gaza enfrentan condiciones humillantes, escasez de productos sanitarios y batallas diarias por la higiene personal durante sus periodos mentruales.
En medio del conflicto entre Israel y Hamás, las mujeres en Gaza afrontan desafíos extraordinarios que van más allá de la angustia de la guerra. La escasez generalizada de alimentos, agua y productos sanitarios ha alcanzado proporciones críticas, afectando a aproximadamente el 80% de la población de 2.4 millones de habitantes, que ha sido desplazada en busca de refugio.
La menstruación de las mujeres en Gaza
En particular, las mujeres enfrentan condiciones humillantes durante la menstruación, donde la falta de acceso a productos sanitarios básicos se ha convertido en una realidad desgarradora. La imposibilidad de obtener productos ha llevado a mujeres a utilizar pañales, trozos de tela o cualquier material disponible para gestionar su higiene menstrual.
Los refugios en escuelas gestionadas por la ONU, como en la ciudad de Rafah, han proporcionado un lugar de resguardo, pero las condiciones son precarias. La falta de higiene, la escasez de recursos básicos y el hedor en los inodoros compartidos han creado un entorno insalubre y desafiante para las mujeres desplazadas.
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La situación se agrava en ciudades como Rafah, que se ha transformado en un vasto campo de refugiados con calles convertidas en letrinas a cielo abierto. Las mujeres describen estas condiciones como un retorno a la "Edad de Piedra".
Riesgo de aumento de infecciones
La salud física y mental de las mujeres se ve afectada de manera significativa. La falta de productos sanitarios adecuados y agua afecta la salud, dando lugar a irritaciones, infecciones de piel y pérdida de peso. La organización Action Against Hunger advierte sobre el aumento de riesgos de infección, ya que muchas mujeres usan productos menstruales por más tiempo del previsto.
El acceso limitado a productos ha llevado a un aumento significativo en las solicitudes de anticonceptivos, ya que las mujeres buscan controlar sus períodos en medio de la escasez. Los precios de los pañales desechables han casi duplicado, llevando a adaptaciones como cortarlos por la mitad.
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