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La operación policial que reveló la atroz explotación infantil en Bogotá
Detalles de la tragedia que viven varios menores en pleno centro de la capital.
En el corazón de Bogotá, una estructura de seis pisos con 36 habitaciones, conocida como "La Mansión", se convirtió en el núcleo de un imperio criminal manejado por el grupo Los Amarillos.
Este colectivo se dedicó al comercio de marihuana, cocaína y bazuco, utilizando una estrategia de distribución a través de más de 30 vendedores en diferentes puntos de la ciudad. La policía, tras un año de investigaciones y vigilancia, logró infiltrarse en esta red, descubriendo prácticas perturbadoras.
Dentro de "La Mansión", la producción y el embalaje de drogas ocurrían en varias habitaciones. La Policía Metropolitana de Bogotá reveló que Los Amarillos empleaban menores como señuelos en el microtráfico. Además, se descubrió que estos niños eran sometidos a torturas en caso de no alcanzar las metas de venta impuestas.
Estas prácticas inhumanas incluían golpizas y privación de alimentos como castigos. Los niños, además de ser víctimas de estos abusos, eran forzados por sus propios padres a participar en la venta de drogas.
El modus operandi de la organización, liderada por una figura conocida como La Mona, también involucraba el castigo severo a los consumidores de drogas que no podían pagar.
La Sijin de la Policía logró identificar estas prácticas a través de agentes encubiertos. Los menores involucrados eran responsables de distribuir las drogas a clientes en áreas públicas como parques.
El operativo policial culminó con una incursión en "La Mansión", donde se capturaron a nueve integrantes de la banda, quienes intentaban ocultarse detrás de puertas de acero. En la operación se incautaron sustancias estupefacientes, dinero en efectivo, celulares y notas relacionadas con la operación criminal.
Seis niños fueron rescatados y puestos bajo protección para el restablecimiento de sus derechos. Los detenidos fueron enviados a prisión, esperando juicio por sus acciones delictivas.
La comandante de la Policía de Bogotá, Sandra Hernández, confirmó la incautación de cocaína y otros elementos cruciales para la operación del grupo.
El impacto de este golpe a la criminalidad en la capital colombiana resalta la grave situación de explotación infantil y el flagelo del microtráfico en la región.
La operación de desmantelamiento de "La Mansión" marca un hito importante en la lucha contra el narcotráfico y la protección de menores en Colombia.
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