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Implican a guardianes de cárcel Modelo en asesinato del director Elmer Fernández
Detalles y pruebas de un señalamiento a los custodios de la prisión.
Se han revelado nuevos detalles sobre el asesinato de Élmer Fernández, el director de la cárcel La Modelo de Bogotá, ocurrido el jueves 16 de mayo de 2024. El crimen parece ser el resultado de un complejo entramado de corrupción e información filtrada dentro del sistema penitenciario.
Según El Tiempo, se ha descubierto la posible complicidad de al menos un guardián del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) en la planificación del homicidio.
Este guardia habría estado involucrado en la fuga de información sobre las estrategias de intervención que Fernández planeaba implementar para controlar y desarticular las redes de extorsión operadas desde dentro de la cárcel.
El crimen ocurrió en un área pública y concurrida de la capital, mientras Fernández se trasladaba en una camioneta particular por la Carrera 30. Fuentes internas del sindicato del penal indicaron que los detenidos del patio 4 A de La Modelo podrían estar detrás de los actos de hostigamiento previos al asesinato, motivados por las políticas de Fernández de intensificar requisas y operativos sorpresa dentro del establecimiento.
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Uno de los reclusos más notorios del patio, Pedro Nel Caro Triana, conocido como "Pedro Pluma", ha sido identificado como el principal instigador de las amenazas hacia Fernández.
Según se reporta, Caro Triana había amenazado de muerte al director y advertido sobre posibles represalias contra sus familiares si continuaba con las intervenciones en el patio que controlaba.
Las autoridades también están investigando las circunstancias bajo las cuales los sicarios pudieron haber conocido la ruta y el horario exacto del vehículo de Fernández, lo que sugiere la posibilidad de que más funcionarios del Inpec estuvieran implicados, proporcionando información crítica a cambio de sobornos.
La situación se complicó aún más con la renuncia del subdirector de la cárcel, el coronel Óscar Alejandro Tovar, quien, aunque afirmó que su decisión de renunciar no estaba directamente relacionada con el asesinato de su jefe, compartió detalles inquietantes sobre la falta de medidas de seguridad adecuadas para los funcionarios de alto nivel.
Tovar explicó que ni él ni los directores tenían acceso a vehículos blindados o esquemas de protección, lo que los hacía particularmente vulnerables a ataques como el que costó la vida a Fernández.
Las investigaciones avanzan a la espera de establecer responsabilidades en internos de prisión y guardianes del centro penitenciario.
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