Fernando Botero Zea habló sobre el legado de su padre, el fallecido maestro Botero y la paz

En una entrevista conmovedora y reveladora en El Colombiano, Fernando Botero Zea, hijo del icónico artista Fernando Botero, compartió su perspectiva sobre la vida y legado de su padre y su vínculo inquebrantable con la búsqueda de paz en Colombia.

La memoria viva del maestro Botero

Mientras Botero Zea evoca a su padre, es evidente que su partida dejó un vacío irremplazable. "Los recuerdos de mi padre revolotean constantemente en mi mente. Para muchos, era un maestro del arte; para mí, era el centro de mi universo," confiesa.

Recibió la noticia de la triste partida de su padre en Bogotá y, antes de dirigirse a Mónaco, tuvo la oportunidad de reflexionar con Colprensa sobre las honras fúnebres, los últimos días del reconocido artista y su perspectiva sobre la paz en Colombia.

El legado y la pasión de un artista incansable

Botero Zea enfatiza la dedicación y amor de su padre hacia el arte. "Incluso a sus 91 años, cada día era una oportunidad para pintar y expresarse. Descubrió su pasión a una edad temprana y se consideraba afortunado por ello," menciona.

Un último adiós en tierras italianas

Sobre los arreglos fúnebres, Botero Zea menciona que la decisión de su padre fue ser enterrado en Pietrasanta, un pequeño pueblo italiano. "Italia tenía un lugar especial en su corazón, y decidió descansar eternamente junto a Shopia Vari, la artista que lo acompañó durante medio siglo," comenta.

Una firme creencia en la paz de Colombia

Botero Zea subraya la creencia inquebrantable de su padre en la paz de Colombia. "Donó a Colombia una paloma de la paz y creó múltiples obras que denunciaban la violencia y celebraban la paz, especialmente durante la administración de Juan Manuel Santos. A pesar de los desafíos, estaba convencido de que Colombia alcanzaría la paz," dice.

Visiones y esperanzas de futuro

Cuando se le preguntó sobre las opiniones de Botero respecto al futuro de Colombia, Botero Zea compartió: "Mi padre hablaba continuamente sobre Colombia. Celebraba sus triunfos y lamentaba sus desafíos, pero siempre creía en su potencial y vitalidad."

Descubriendo al artista

Botero Zea recuerda un incidente con un coleccionista cuando tenía unos 9 años, que le hizo darse cuenta de la grandeza y el valor de la obra de su padre. "Un coleccionista ofreció cambiar su lujoso Camaro rojo por uno de los cuadros de mi padre. Mi padre declinó la oferta, y en ese momento, entendí el valor inmenso de su arte."

El futuro del legado artístico de Botero

Sobre las futuras donaciones de las obras del maestro, Botero Zea señala que es un tema que deberán discutir con sus hermanos. "Sin embargo, mi padre siempre enfatizó la importancia de la generosidad y la filantropía. Estoy seguro de que continuaremos su legado y ejemplificaremos esos valores," concluye.

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