Luces y sombras por nueva junta de Ecopetrol: gobierno celebra y opositores cuestionan rumbo de la empresa

“El gobierno del cambio ha puesto a un miembro de los trabajadores del petroleo en la junta directiva de la empresa de Ecopetrol. Un triunfo para las y los trabajadores de Colombia. Ejemplo a seguir”, con este mensaje en su cuenta de la red social X, el presidente Gustavo Petro celebró los cambios en la junta directiva de Ecopetrol.

Por su parte, Edwin Palma, viceministro de Trabajo y nuevo miembro del máximo órgano de dirección de la estatal petrolera no ocultó su satisfacción por la designación. “Los obreros tienen asiento en la primera empresa del país” aseguró al tiempo que posteó un resumen de su hoja de vida.

Pero mientras el presidente y el viceministro celebraban otro ambiente se percibió en la asamblea de Ecopetrol.

El contexto

En un contexto marcado por la disconformidad y las protestas de los accionistas, el gobierno logró implementar cambios significativos en la estructura y la orientación estratégica de Ecopetrol, la principal empresa petrolera del país. 

Durante la reciente asamblea de accionistas, que se caracterizó por un ambiente tenso y dividido, se consumaron modificaciones cruciales en la junta directiva y se redefinieron las directrices empresariales para alinearse con los objetivos de la transición energética.

La reunión, marcada por expresiones variadas de descontento y apoyo, fue el escenario donde el Gobierno, dueño de una mayoría abrumadora del 88% de las acciones de Ecopetrol, impuso su agenda. 

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El ministro de Hacienda

Con Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda, al mando, la asamblea fue testigo de la ratificación de la confianza gubernamental en Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol, quien recibió un respaldo explícito en un gesto simbólico de unidad.

La jornada culminó con la aprobación de una nueva junta directiva, integrada por figuras clave como Edwin Palma, viceministro de Trabajo, y Lilia Roa, viceministra de Ambiente, entre otros. 

Este cambio se acompaña de una reorientación en la misión de la empresa, que ahora abraza con mayor énfasis la transición hacia energías renovables, destacando su incursión en proyectos solares, eólicos y de hidrógeno.

Además, el Gobierno fortaleció su influencia sobre Ecopetrol mediante ajustes regulatorios que limitan la autonomía de la junta directiva en la definición de políticas sucesorias y establecen mecanismos más rigurosos para los accionistas minoritarios que deseen impugnar decisiones empresariales. 

Los opositores

Estas medidas han generado una ola de críticas y especulaciones sobre posibles acciones legales en respuesta a lo que algunos consideran irregularidades en el proceso.

Los detractores, como el exsenador Jorge Enrique Robledo y el representante de los accionistas minoritarios, Juan José Echavarría, han expresado su preocupación por la legalidad de la convocatoria de la asamblea y la idoneidad de los nuevos miembros de la junta, sugiriendo que estas acciones podrían tener repercusiones negativas para la estabilidad de la empresa y su valor en el mercado.

Mientras tanto, Francisco Lloreda y Cesar Loza, han manifestado su inquietud por el futuro de Ecopetrol en el negocio petrolero, temiendo que la nueva dirección pueda desviar a la empresa de su núcleo tradicional. 

A pesar de estas preocupaciones, Ricardo Roa defiende la transformación, argumentando que los cambios están diseñados para fortalecer a Ecopetrol y asegurar su competitividad en un panorama energético global en evolución. 

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