Jefe de gabinete saliente denuncia corrupción de contralor general Carlos Hernán Rodríguez

Ricardo León Zuluaga Gil pasó de ser contratista de la alcaldía de San Vicente, Antioquia, a dirigir el gabinete del contralor general de la República, Carlos Hernán Rodríguez Becerra.

En el organismo de control, que para este 2023 maneja un presupuesto de 1,3 billones y más de 4.057 cargos, este abogado de la Universidad de Medellín, especialista en derecho administrativo de la Universidad Pontificia Bolivariana, así como en derecho constitucional y ciencia política, manejó los hilos del poder.

El pasado jueves 20 de abril, Zuluaga, a las 9:02 pm, remitió un correo electrónico al contralor y a Luisa Fernanda Morales Noriega. Este tenía como asunto “renuncia irrevocable”.

“Señor Rodríguez, siguiendo las precisas instrucciones impartidas por usted a través de su secretario privado, el abogado Juan Camilo Zuluaga, y tal como fue concertado con él en la reunión sostenida en la oficina de la secretaría privada el pasado lunes 17, a partir del lunes 15 de mayo del presente año presenté renuncia irrevocable al cargo de Director del Despacho de la Contraloría que hasta ahora vengo ejerciendo”.

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Inconforme con los términos de la renuncia, por considerar que ésta no se había hecho en los términos de ley, es decir, libre y voluntaria, sino motivada, de la oficina de Talento Humano de la entidad no se profirió una resolución aceptando la renuncia sino declarándolo insubsistente.

Al día siguiente, es decir, el 21 de abril, se profirió la resolución 7529 mediante la cual se resolvió en su artículo primero declarar insubsistente a Zuluaga Gil como director grado 03.

Ese mismo día, cercanos al contralor Rodríguez filtraron la resolución y a sus interlocutores les manifestaron que la razón del retiro del funcionario había sido “pérdida de confianza en él por parte del contralor general”.

Esto enfureció a Zuluaga Gil, quien ripostó públicamente, esgrimió sus propias razones y literalmente prendió el ventilador.

Señaló que la resolución en la que lo declararon insubsistente era arbitraria e ilegal y agregó: “Y fui yo quien perdió la confianza en él”, refiriéndose al contralor Rodríguez Becerra.

Ricardo León Zuluaga Gil

Luego no dudó en advertir que la Contraloría, en cabeza de Carlos Hernán, era la más mala en los últimos 25 años, “carcomida por la politiquería y la corrupción”, aseguró.

También cuestionó lo que denominó como una costosa estrategia mediática del jefe del organismo de control, que según afirmó, llevó a periodistas y funcionarios con viáticos pegados con dineros públicos desde Bogotá hasta las regiones solo para posicionar su imagen.

También calificó de patraña la convocatoria para proveer 18 mil cargos. “Están ocurriendo cosas demasiado graves y para mí fue una absoluta decepción y una sorpresa”, aseguró.

Adicionalmente aseguró que había milimetría politiquera en la designación de los cargos, los cuales, según él, carecían de méritos.

“Lo que yo viví fue pura manzanilla y politiquería. El desfile permanente de políticos, incluso condenados, negociando puestos”.

En entrevista con La W, Zuluaga evidenció las cuotas políticas de los congresistas Roy Barreras, Dilian Francisca Toro y Alexander López; estos precisamente fueron los que cambiaron el pulso en agosto pasado cuando, en menos de 24 horas, Rodríguez Becerra, que fue incluido en el listado de los diez finalistas con maniobras cuestionadas, pasó a ser el candidato del gobierno Petro. 

Incluso esta Agencia, en su momento, reveló cómo se negoció el ministerio de las TIC, a cambio del voto del partido de la U en favor del entonces candidato Rodríguez Becerra.

De Zuluaga Gil, el hoy denunciante, se sabe que tiene un vínculo estrecho con el municipio de San Vicente, Antioquia.

Luego de desempeñarse entre 2004 y 2005 como decano de la facultad de Derecho de la Universidad San Buenaventura en Cali, entre los años 2011 y 2013 fungió como director de departamento de la Universidad Javeriana.

En el año 2016 fue designado secretario de despacho del municipio y en febrero de 2017 también como el gerente liquidador de la Empresa Social del Estado Hospital de San Vicente Antioquia.

Entre enero y junio de 2022 suscribió con esa alcaldía el contrato de prestación de servicios 028 de 2022 por $16 millones para “fortalecer la memoria, identidad y patrimonio a través de acciones de desarrollo histórico, inventario de obras, apropiación y divulgación de la Fototeca Municipal Antonio Castaño Yepes”.

En la historia son varios los contralores que han tenido líos con la justicia o por manejos en el organismo de control fiscal.

Por ejemplo, Julio Enrique Escallón quien estuvo al frente entre 1971 y 1975, fue a prisión por corrupción. Igual suerte corrió con su sucesor Anibal Martinez Zuleta.

Vendrían entonces Manuel Francisco Becerra entre 1990 y 1994 y David Turbay, quien lo reemplazó en el periodo 1994 a 1998, con un denominador común, ambos recibieron millonarios recursos del Cartel de Cali de los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela.

Su sucesor tampoco se salvó del escándalo. Carlos Ossa Escobar, estuvo en el ojo del huracán en el año 2000 porque uno de sus asesores Alfredo Saade Rangel filtró a la prensa como se entregaron al detalle cargos a los congresistas.

Consultada la Contraloría General, se abstuvieron de pronunciarse sobre las denuncias de corrupción y politiquería realizadas por el que fuera uno de los amigos del contralor Rodríguez Becerra y quien conoce al detalle el manejo que se le ha dado a la entidad en estos siete meses, del cual contará más cosas que sabe próximamente.

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